Un singular caso ha llamado la atención por estos días a los medios en el Reino Unido. Un ciudadano murió el mismo día y a la misma hora en los que había nacido hace 103 años. Según las estadísticas, la probabilidad de que algo así puede ocurrir es de una entre 200 millones.
Jimmy Newell se alistaba a recibir el saludo de cumpleaños cuando dejó de existir en Leeds, Reino Unido, el pasado 11 de octubre al mediodía. Este fue la misma hora en la que llegó al mundo.
Pero fuera de esta situación tan poco común que hace que su nombre sea mencionado en las noticias esta semana, Jimmy Newell tiene una historia acaso no menos llamativa pues fue uno de los pioneros de la informática en plena Segunda Guerra Mundial.
Su hijo Graham, de 65 años, dio detalles de la vida y la muerte de Jimmy Newell al Daily Mirror. Dijo que su padre murió tomándole la mano, quince días después de sufrir una fractura de cadera, que desmejoró su hasta entonces buena salud.
“Mi padre siempre contaba la historia de que vino al mundo al mediodía, mientras doblaban las campanas del ayuntamiento de Leeds”, contó el ya anciano hijo de Jimmy Newell. "Murió sujetándome la mano a las doce en punto, mientras yo estaba al teléfono con mi hijo. Le dije que su abuelo acababa de fallecer y miramos el reloj: eran exactamente las doce del mediodía. En punto", añadió.
"Si no hubiera sido por su caída íbamos a llevarlo a España por su 103 cumpleaños”, lamentó Graham.