Por: Miguel Ramírez
Periodista de Investigación
Hasta hace poco, el alcalde de Lima, Luis Castañeda, pasaba piola, se hacía el mudo, no le interesaban las críticas a su gestión municipal. Hace dos semanas, sin embargo, una encuesta de Ipsos Perú le estalló en el rostro y lo mandó hasta el hospital: su popularidad cayó ¡13 puntos!
Los e-mails de una conversación entre una exfuncionaria de su confianza coordinando un supuesto negociado con Léo Pinheiro (mandamás de la empresa brasileña OAS, hoy preso en su país por el caso ‘Lava Jato’) y el incendio en Cantagallo (que dejó sin casa a cientos de nativos de la comunidad Shipibo-Conibo), han traído abajo su aceptación, cosa que jamás ocurrió en sus dos períodos como burgomaestre.
Parece que la suerte del alcalde Luis Castañeda se acabó. Hasta hoy muchos peruanos no nos explicamos cómo logró salvarse del escándalo ‘Comunicore’, descubierto el año 2009 por mi amigo Daniel Yovera, el extraordinario periodista de investigación cuando trabajaba en el diario ‘Perú21’.
Tomando unos chilcanos de pisco en ‘La Botica’, la taberna de moda en San Isidro, Yovera me contó detalles de ese caso que muchos ya olvidaron o no entendieron.
El año 2005, la Municipalidad de Lima le debía S/.36 millones a Relima, la empresa que le presta servicios de limpieza. Ambas entidades llegaron a un acuerdo para que en un plazo de 10 años dicho monto fuera cancelado. Hasta allí todo bien.
Pero el año 2006 apareció una empresa llamada ‘Comunicore’ que le ofreció a Relima comprarle esa deuda. Le dijo que le pagaría S/.15 millones y que ella se encargaría de cobrarle a la municipalidad los S/.36 millones. Los ‘dueños’ eran un ambulante, un cerrajero y una ama de casa iletrada.
Como si se tratara de una empresa de alto vuelo, ‘Comunicore’ consiguió una hazaña inimaginable: logró que en solo tres días –y no en 10 años- el municipio le pagara los S/.36 millones. El pago se aprobó un día en que el alcalde Luis Castañeda se fue de viaje y encargó su puesto al gerente de finanzas.
De inmediato, ‘Comunicore’ retiró del banco S/.15 millones y se los entregó a Relima, como le había ofrecido. Los S/.21 millones restantes los retiró utilizando una modalidad que parece extraída del libro ‘Traficantes de dinero’, de Arthur Hailey: contrató a 33 humildes pobladores de Comas, quienes cobraron los millonarios cheques y a cambio recibieron ¡S/.100!
Nadie sabía nada hasta que, el año 2009, Daniel Yovera se enteró, investigó y destapó el escándalo. Los 33 pobladores terminaron acosados y enjuiciados, pero al alcalde nunca le pasó nada.
Luis Castañeda se defendió con un argumento insólito: dijo que ese había sido ‘un acuerdo entre privados’.
Daniel Yovera terminó enjuiciado, empapelado y una época se quedó sin chamba. Ahora está culminando una investigación que tendrá el efecto de una bomba atómica. Nos vemos el otro martes.
Contenido GEC