Las jornadas laborales agotadoras, mucha presión y exigencias cada vez mayores han provocado un agotamiento físico, mental y emocional en los trabajadores, que no siempre son capaces de identificar estos síntomas como un síndrome profesional cada vez más común: el síndrome de fatiga en el trabajo, también conocido como burnout.
El informe internacional Construir y liderar equipos de alto rendimiento del Project Management Institute, PMI, confirma que los colaboradores agotados tienen tres veces más probabilidades de buscar un nuevo trabajo después de pasado un año. Además, tienen el doble de posibilidades de sentirse desconectados de los valores de la empresa, así como de los líderes y directivos.
La investigación detalla que el 48% de las personas menores de 30 años tiene mayor riesgo de sufrir burnout, en comparación con el 40% de las personas de 30 años o más. Esto se debe a que la generación X está más conectada e incluso consume más contenido que las generaciones anteriores.
Asimismo, el informe recoge que el riesgo de burnout no se distribuye equitativamente entre los empleados. Las mujeres tienen una tasa de agotamiento del 46%, versus la de los hombres que alcanza el 37%. “Además de sus responsabilidades en su centro laboral, las mujeres suman una carga de trabajo doméstico mucho mayor a la de los hombres. En esta doble labor, eventualmente, el cuerpo y la mente responden con agotamiento, lo cual podría convertirse en problemas más graves”, advierte Ricardo Triana, director ejecutivo del Project Management Institute en Latinoamérica.
Los trabajadores en Perú también están en alto riesgo de padecer de este síndrome. El Reporte de Burnout publicado por Buk este 2023, detalla que el 67% de los colaboradores se siente emocionalmente agotado por el trabajo y el 29% no se siente realizado con su empleo. Además, en el país, el 19% afirma no sentirse bueno en su trabajo y el 25% siente que no logra desplegar sus capacidades en su centro laboral.
Soluciones, planificación y trabajo en equipo
Para el director ejecutivo de PMI Latinoamérica, tener un equipo de empleados sobrecargados puede resultar costoso para las organizaciones, ya que limita la productividad, afectando directamente los resultados. “Priorizar un espacio organizacional justo y saludable es el camino esencial para garantizar la salud mental de los trabajadores. Sin salud mental, física y emocional no hay productividad, buenos resultados y crecimiento. Necesitamos mirar a nuestro equipo más allá de los números y el rendimiento”, enfatizó Triana.
Para promover la construcción de resiliencia en los equipos contemporáneos, el informe sugiere verificar regularmente el bienestar y los niveles de estrés del equipo, y la adopción de herramientas de inteligencia artificial (IA)y otras tecnologías que puedan optimizar la eficiencia, promoviendo un trabajo más inteligente en entornos cada vez más arduos.
“Otra estrategia es frenar para acelerar. Consiste en reorganizar el cronograma para aprovechar las fortalezas de los recursos, reduciendo las responsabilidades administrativas del líder del equipo técnico para que pueda concentrarse en resolver problemas. Esto puede ayudar a reducir significativamente el riesgo de agotamiento, pérdida de recursos y retrasos en los proyectos. Cuando todos trabajan juntos, además de resolver problemas, fortalecen la unidad del equipo”, afirma el director ejecutivo de PMI Latinoamérica.
Sin salud no puede haber crecimiento
El mercado laboral cada vez exige más a los profesionales, por lo que prestar mucha atención a la salud de los empleados es fundamental para promover un ambiente de trabajo responsable, inclusivo, digno y saludable.
“Sin salud no hay productividad, ni buenos resultados ni crecimiento. Necesitamos mirar a nuestro equipo más allá de los números y el rendimiento. En ese sentido, PMI defiende el uso de IA generativa (GenAI) en la gestión de proyectos. Con la amplia disponibilidad y el potencial de las herramientas GenAI tanto a nivel individual como organizacional, es importante aprovechar los mejores resultados al automatizar, ayudar o aumentar las habilidades y competencias de gestión de proyectos. Un gestor de proyectos que sepa implementar mejor las herramientas GenAI ayuda a optimizar el rendimiento, la productividad y la eficiencia de los equipos, lo que lleva a evitar sobrecargas”, explica Triana.
Finalmente, subraya que crear un ambiente donde haya comunicación abierta, confianza y apoyo permite a los equipos compartir pensamientos y sentimientos, une a las personas y también hace que el ambiente sea más saludable.