El alto el fuego acordado por Estados Unidos, Rusia y Jordania llevó calma a los frentes del sur de Siria, la víspera de una nueva ronda de conversaciones de paz bajo la égida de la ONU sobre un conflicto que comenzó hace seis años.
La oenegé Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) aseguró que los enfrentamientos habían cesado en las tres provincias meridionales cubiertas por la tregua, Daraa, Quneitra y Sweida, cuando el alto el fuego entró en vigor al mediodía.
El acuerdo había sido anunciado el viernes por el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, y llega justo antes de que las delegaciones del gobierno sirio y de la opisición se reúnan en una nueva ronda de conversaciones previstas en Ginebra a partir del lunes.
"Los principales frentes en las tres provincias entre las fuerzas del régimen y las facciones de la oposición registraron un cese de hostilidades desde esta mañana, con la excepción de algunos obuses disparados sobre la ciudad de Daraa antes del mediodía", afirmó Rami Abdel Rahman, director del OSDH.
La oenegé dijo que el alto el fuego se mantenía al inicio de la noche del domingo. Desde Washington, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, celebró en Twitter que los combates no se hubieran reanudado.
"El alto el fuego sirio parece que se mantiene. Se salvarán muchas vidas...¡Bien!", escribió Donald Trump en Twitter.
El régimen sirio ya había anunciado su propio alto el fuego unilateral el lunes, pero los enfrentamientos habían continuado en las líneas de frente de las tres provincias.
El alto el fuego en el sur del país llega a raíz de un acuerdo alcanzado en la capital de Kazajistán, Astaná, en mayo entre Rusia e Irán -que respaldan al régimen de Bashar Al Asad- por una parte y Turquía -que apoya a los rebeldes- por otra, sobre el establecimiento de cuatro zonas de "distensión".
Su aplicación se ha visto retrasada mientras las tres partes intentan ponerse de acuerdo sobre cómo monitorear dichas zonas, una de las cuales está situada en el sur de Siria.