
El cónclave número 267 llegó a su fin con la elección del cardenal Robert Francis Prevost Martínez como nuevo papa de la Iglesia Católica. El estadounidense de 69 años, con una extensa trayectoria pastoral en Perú, ha adoptado el nombre de León XIV, en honor a una figura clave de la doctrina social de la Iglesia.

Prevost, quien sucederá a Jorge Mario Bergoglio (papa Francisco), fue reconocido no solo por su trabajo en el Vaticano, sino también por el fuerte impacto que dejó como obispo de Chiclayo. La decisión de tomar el nombre de “León XIV” ha sido interpretada como una señal clara de continuidad con el compromiso social de su predecesor.
¿Por qué el papa Robert Prevost eligió el nombre de León XIV?
Desde Lima, el nuncio apostólico Paolo Rocco Gualtieri expresó su alegría por la elección del nuevo pontífice. “El papa estaba muy contento y lo ha expresado como pontífice de haber vivido una gran experiencia pastoral en Chiclayo”, comentó Gualtieri, haciendo referencia al trabajo de Prevost en el norte peruano.
Según el nuncio, el mensaje inicial del nuevo papa tuvo un fuerte enfoque en la esperanza y la paz: “En su primer discurso, León XIV habló de la paz como fruto de Jesús resucitado y mostró su gratitud al legado de Francisco”.
La elección del nombre “León XIV” no fue casual. Gualtieri explicó que se trata de un homenaje a León XIII, quien marcó un hito en la historia de la Iglesia con la encíclica Rerum Novarum, documento pionero en el pensamiento social católico.
“Pienso que al elegir el nombre de León XIV, quiere subrayar precisamente ese compromiso social de la Iglesia, una Iglesia que acompaña a la sociedad. Estoy seguro de que continuará el legado del papa Francisco”, dijo el representante del Vaticano.

El papa León XIV es reconocido por ser cercano a su gente
El nuncio también destacó la sensibilidad pastoral de Prevost. “Ha trabajado muchísimo como obispo, siempre acompañando a su pueblo”, remarcó, dejando en claro que el nuevo papa no es ajeno a las realidades del continente latinoamericano y especialmente del Perú, país en el que sirvió durante años y del que incluso adquirió la nacionalidad.
Con esta elección, la Iglesia Católica inicia un nuevo capítulo marcado por el servicio, la justicia social y la cercanía con los fieles, valores que han caracterizado el caminar de Robert Prevost tanto en Perú como en Roma.
