Nicolás Maduro, el dictador de Venezuela, está desesperado. Es que Edmundo González, candidato de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), encabeza todas las encuestas para las elecciones generales de este 28 de julio. Por eso, el heredero de Hugo Chávez no dudo en pronosticar un baño de sangre si los partidarios oficialistas no garantizan la victoria en los comicios.
”El destino de Venezuela, en el siglo XXI, depende de nuestra victoria el 28 de julio. Si no quieren que Venezuela caiga en un baño de sangre, en una guerra civil fratricida, producto de los fascistas, garanticemos la más grande victoria de la historia electoral de nuestro pueblo”, dijo.
Y como para señalar que tiene el poder, aseguró que cuenta con el apoyo de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y sus miembros: “Tengo el apoyo de los militares y de la unión civico-militar-policial, soy Nicolás Maduro Moros y ganaré las elecciones”.
Sus palabras no solo cayeron mal en los opositores, sino en sus propios amigos, como es el caso del presidente de Brasil, Lula da Silva: ”Me asusté con la declaración de Maduro, quien pierde las elecciones, toma un baño de votos, no de sangre. Maduro tiene que aprender, cuando ganas, te quedas; cuando pierdes, te vas”, aseveró.
Otros presidentes de la región han repudiado las palabras del venezolano, como Javier Milei, de Argentina, a quien Maduro llamo fascista. Pero en el Perú, la lideresa de izquierda, Verónika Mendoza, en una entrevista con César Hildebrandt, se negó a deslindar con el régimen chavista.
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