A pesar de que en el 2002 el cineasta Michael Moore prometió que jamás apoyaría a Hillary Clinton, durante esta campaña fue su más grande anhelo. Sin embargo, nunca creyó verdaderamente que la demócrata fuera a ganar las elecciones.
En septiembre pasado, antes del primer debate presidencial, afirmó en su cuenta de Twitter: ‘Se acabó. Trump, el egoísta, el racista, el narcisista, el mentiroso ‘ganó’’.
Pero, ¿por qué Moore estaba tan seguro que Donald Trump triunfaría en las elecciones?
En julio del 2015, tras el anuncio de Trump sobre su candidatura al partido conservador, el cineasta publicó un análisis en el que dejaba ver sus predicciones electorales y presentaba los argumentos que, según él, demostraban que el multimillonario ganaría la contienda electoral.
Su primera conclusión se basaba en que Trump concentraría sus esfuerzos en Michigan, Ohio, Pensilvania y Wisconsin, estados venidos a menos en las últimas décadas pero que conformaron parte importante del desarrollo industrial del país. Y aunque aquí siempre fueron demócratas, desde el 2010 han escogido gobernadores republicanos.
El segundo argumento decía que muchos hombres blancos molestos, potencialmente votantes, sentían que el poder se les había escapado de las manos y que las cosas ya no se hacían como ellos querían.
La impopularidad de Hillary Clinton conforma la tercera razón. Y es que la demócrata tenía mucho menos apoyo que Barack Obama o incluso que Bernie Sanders, quien perdió finalmente contra ella.
Asimismo afirmó que los votantes insatisfechos por la derrota de Sanders, votarían por Clinton pero con desgano.
Finalmente, explicó que la rabia e impotencia de los ciudadanos para con el sistema político actual haría ganar al magnate.
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