El presidente estadounidense, Donald Trump, ofreció este lunes su ayuda a los padres de Charlie Gard, un bebé británico de diez meses afectado de una enfermedad genética rara, después de que la justicia de su país autorizara desconectarlo de las máquinas que lo mantienen con vida.
"Si podemos ayudar al pequeño #CharlieGard, como lo piden nuestros amigos en Reino Unido y el Papa, estaremos encantados de hacerlo", tuiteó Donald Trump.
Los padres del pequeño, Connie Yates y Chris Gard, batallan en las cortes para mantenerlo con vida y llevarlo a Estados Unidos para que reciba un tratamiento.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) autorizó sin embargo el 27 de junio desconectarlo de la ventilación artificial, avalando la decisión de la justicia británica.
"El presidente Donald Trump ha ofrecido ayudar a la familia en esta situación desgarradora", dijo en un comunicado Helen Ferre, directora de comunicación de la Casa Blanca.
"Aunque el presidente no ha hablado con la familia, no quiere presionarlos de modo alguno, integrantes de la administración hablaron con la familia en llamadas facilitadas por el gobierno británico", añadió Ferre.
El papa Francisco se metió el domingo en el controvertido debate apoyando a Yates y Gard, al reconocer que sigue con "emoción" su caso.
"Reza por ellos con la esperanza de que su deseo de acompañar y ocuparse de su hijo no sea desdeñado", aseguró el Vaticano en un comunicado.
El hospital Great Ormond Steet de Londres, donde el pequeño está ingresado, pidió permiso para desconectarlo con el fin de darle cuidados paliativos.
La Alta Corte británica dio la razón al centro médico el 6 de junio, al considerar que el niño tiene muy pocas posibilidades de curarse y que extender el tratamiento no hace más que alargar su sufrimiento.