Por: Eduardo Abusada
Ya me habían hablado de este huarique, pero temía ir solo por la fama de barrio picante del Jr. Castilla en el Callao. La ansiedad por probar el legendario sudado de congrio de Mechita pudo más, así que puse mi mejor cara de bravo (o sea, la misma de siempre, la de pavo, pero sin lentes), y me fui en busca de la mujer cuyas manos benditas vuelven angelitos hasta los más maleados. Con decir que hasta Alan García cae por este huarique (¿será por eso que me dijeron que tenga cuidado con los ‘choros’? Solo una broma, no vale picarse). Sigamos.
Mi idea fue bastante prejuiciosa. El lugar es bastante tranquilo y de casas antiguas y coloridas, y calles con pista de empedrado. En verdad, un barrio muy bonito, como para hacer hasta turismo. Entre esas antiguas casas de adobe, está de la Mechita, o Mercedes Zapata para actos oficiales. Atiende a puerta cerrada, así que es un lugar solo para conocedores. Allí en la puerta hay un señor ‘jalador’, aunque yo lo encontré dormido. Tienes que tocar la puerta del número 344.
Creo que llegué muy temprano, pero allí ya estaba Mechita con otra señora cocinando. La sensación que genera estar dentro del huarique de Mechita es bastante casera, como ir a comer a la casa de tu tía. Te atiende el nieto de la señora. Mechita es de pocas palabras, un poco tímida. Apenas pude hacerle una foto.
Me puse a conversar con su nieto mientras me preparaban lo que vine a buscar a este huarique de leyenda: su famoso sudado de congrio. Me fue contando la historia del local, y de cómo su abuela llegó de Sullana hace ya medio siglo y recaló en el Callao. Su huarique funciona desde hace 40 años, y personalidades famosas de toda laya han caído por acá.
En las viejas paredes hay fotos variadas y de imágenes religiosas. Entre ellas encontré un artículo de prensa, donde Mechita cuenta parte de su historia y algo del secreto de su sazón, que aprendió de su madre: "Un día en carnavales, preparé un cebiche. Mi cuñado les invitó a los vecinos y tanto les gustó que me sugirieron abrir una cebichería. Al inicio, atendía solo sábado y domingo y tanto fue creciendo la demanda que tuve que abrir todos los días del año. Yo no descanso ni para Navidad".
En esas seguía curioseando, cuando me trajeron mi sudado, echando vapor por todos lados, en una gran fuente de fierro aporcelanado, de las antiguas. La verdad es que es un poco caro, pero la fuente es mínimo para 3 o hasta 4 personas. El sudado, como dice el título, es de congrio, un pescado caro, de feo aspecto, pero de intenso sabor.
Y vaya que acá saben dejar precioso a este feo pez. El líquido tiene cuerpo suficiente, captando todo la plenitud del gusto del congrio. La cebolla y el tomate hacen lo suyo, completando la alquimia de sabor.
Este pez tiene muchas espinas, pero en este huarique lo trabajan muy bien. Apenas tenía el grueso espinazo, y te sirven solo tiernos trozos de pulpa muy suave… más suavecita que PPK. Y ya que estaba por acá, probé también el cebiche. Recordé a aquellos sabores caseros y de barrio. Esos que no se olvidan nunca. Muy recomendable es acompañar el sudado con arroz blanco. El juguito sazona el arroz, haciéndolo irresistible. Provecho.
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DATOS ÚTILES
- Huarique: ‘Mechita’.
- Plato recomendado: Sudado de congrio.
- Precio: S/ 75 soles (una fuente como para 3 o 4)
- Dirección: Jr. Castilla 344, Callao.
- Horario: De lunes a domingo (incluso feriados) de 12 pm a 5 pm.