Por: Eduardo Abusada
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Uno de los mejores cebiches de pota, sin duda. Te explicaré su origen, los personajes alrededor y la ubicación de este huarique. Pero vamos poco a poco. Con esta columna abro fuegos en este breve espacio que tiene como fin visitar, descubrir y recomendar huariques de calidad (y cantidad), por Lima y las distintas ciudades del Perú a los que nos lleve el azar. La opinión que haré es simplemente personal, es decir, la de un gordito miope con un invencible placer —casi adictivo— por comer en cuanto lugar le recomiendan (… si mi bolsillo lo permite). ¿Qué le puedo hacer? Una frase que la sabiduría popular le adjudica al recordado Oscar Wilde dice que “la mejor forma de vencer una tentación es caer en ella”.
Además, inaugurar este espacio es también un acto de nostalgia para este goliardo huariquero. Trabajé en la mítica redacción de ‘Trome’ de 2006 a 2009. Aprendí los secretos del oficio periodístico de mi maestro ‘Pico TV’, e hice buenos amigos, con los que entendí, también, algunos de los misterios de la vida y de la noche. En aquellos años descubrí que venir a una oficina no tenía que ser una obligación, sino que se me hacía de unas ganas arrebatadas estar allí cada vez que tronaba la noticia. Acá estamos de nuevo, para seguir haciendo lo que mejor nos sale: contar historias.
Y es justamente una de esas historias, la de don Antonio Cabello Aguirre, con la que iniciamos. Una historia de puertos y cebiches. Nacido en Huánuco, se instaló hace 40 años en el Callao, y desde hace 24 empezó a trazar su camino hasta convertirse en referente obligado del popular cebiche de pota, el cebiche del pueblo.
Muy cerca del Mercado Central chalaco, en un breve espacio del llamado ‘Centro Comercial Callao’, entre las calles 2 de mayo y Castilla, el nombre que más se escucha es el de ‘Alejo’. La ‘Cebichería Alejandro’ se ha hecho muy conocida en todo el primer puerto por sus buenos precios (puedes encontrar cebiche de pota desde 5, 6 y 7 soles) y su pícaro sabor. “Alejo, dos de 7”, “Alejo, para llevar”, “Alejo, uno de conchas”, “Alejo, ¿me das fiado?”, se escucha sin parar.
La pota, noble insumo, viene mezclada un poco con pulpo y calamar en cada plato para que no se sienta sola. Plato hondo, por cierto. Pedí el de 7 soles, me hizo las veces desayuno y almuerzo. Aunque la estrella de la casa es este cebiche, también sale mucho el de conchas negras (no pedirlo en veda), aunque su precio ya duele un poco (20 soles), mas su intenso sabor compensa cualquier gasto.
Si no eres chalaco y no conoces mucho el barrio, te puedes ubicar bajando por la Av. Saénz Peña y a la altura de Tottus, cualquiera de los que cuidan carros te puede decir dónde es. Ten en cuenta que siempre hay cola, y esperarás al menos 20 minutos ya que el local es pequeño y para lleno a toda hora. Faltan manos, y la mayoría come de pie.
Trabajar la pota no es fácil, debe ser hervida a un tiempo y temperatura exactos para tener la textura adecuada. Don Alejo domina esta ecuación de memoria. Su cebiche es lo necesariamente suave, pero no tanto como para perder la consistencia que le corresponde a la pota. Para este huariquero, comer un cebiche sin ají es algo así como terminar con tu ex y no seguir mandándole mensajes por el celular.
Es decir, un cebiche sin ají es cumplidor y educado, pero carece de la pasión de los enamorados.
Y en la ‘Cebichería Alejandro’ te ponen el ají en generosos tazones para que te lo sirvas a discreción.
Si acaso el ají te picó mucho, la chicha heladita está tan solo a un sol y es muy agradable. También hay chicha de jora helada al mismo precio. Probé con un vaso de esta, y nada que reclamar: bien fermentada, como debe ser, nada de insultantes chichas ‘light’ o ‘zero’.
DATOS ÚTILES
- Huarique: ‘Cebichería Alejandro’.
- Dirección: Dentro del Centro Comercial Callao, en la esquina de la Av. 2 de mayo con la calle Castilla.
- Plato recomendado: Cebiche de pota.
- Precio: Lo hay de 5, 6 y 7 soles.
- Horario: Todos los días (incluso feriados) de 10 am a 4 pm.
Más, en Huariques y sabores.