UN PERUANO DE ÉXITO. Mártir Correa es un huanuqueño que salió de Perú hace 15 años, llegó a Santiago a lavar platos, ser ayudante de cocina, a morder el polvo de la lejanía de su familia y hoy es dueño de tres grandes restaurantes campestres en la capital chilena.
Sus dos hijos nacieron en este país que la dio la oportunidad de hacer empresa, crecer y realizar su sueño. Su especialidad son los postres y en sus locales da trabajo a casi 20 compatriotas.
“Yo me emocionó cuando veo a la selección, cuando llegan mis paisanos al local, es como tener un pedacito de mi país cerca. Podré estar viviendo en Chile, pero Perú siempre está en mi corazón”, cuenta Mártir.
A sus restaurantes llegan personalidades de la talla del arquero chileno Claudio Bravo. “Él pidió un cebiche y lomo saltado, se tomó fotos con mi hijo. Una noble persona. También llega Américo y otros que les gusta la comida peruana”, agrega mientras prepara sus platos del día. Mártir es un peruano emprendedor que se volvió empresario gastronómico.
Estudió en Cenfotur y no olvida sus inicios, porque sabe que el éxito está en su trabajo.
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