POR: MIGUEL RAMÍREZ / Periodista de investigación
Como todos los años, otra vez la tragedia ronda Chosica. La noche del lunes pasado, las precarias viviendas de los pobladores de los malecones Cantagallo y 28 de Julio fueron arrasadas por la furia del río Rímac. Un milagro los salvó de morir.
Ahora los afectados viven en carpas, sin luz, sin agua, soportando en el día el inclemente sol y en las madrugadas el penetrante frío.
El desborde del río ocurrió por una negligencia del alcalde Luis Bueno. El burgomaestre mandó a construir un muro de contención, en el mismo cauce del río, recién hace dos semanas cuando las intensas lluvias ya empezaron en la sierra y los huaicos amenazan. Las bases de la obra ocasionaron que el caudal se desbordara.
Bueno acusó a Edgar Quispe, jefe de la Autoridad de la Reconstrucción con Cambios, de no haberle dado el presupuesto a tiempo, pero el funcionario lo desmintió. Quispe dijo que Bueno nunca solicitó dinero y dispuso la construcción del muro sin consultar a los especialistas. El alcalde Bueno es un personaje digno de un guion cinematográfico. Nacido en Abancay, fue elegido burgomaestre de Chosica en 1992. Desde esa fecha nadie lo ha sacado de su cargo. Maneja ese municipio desde hace ¡26 años! Todo un récord, solo comparado con los famosos dictadores del mundo.
Es un ‘camaleón’ político: pasó por Acción Popular, Somos Perú, Chim Pum Callao, Unidad Nacional, Cambio Radical y Solidaridad Nacional.
La primera vez que le presté atención fue el 2008 cuando era reportero de la Unidad de Investigación del diario ‘El Comercio’. El médico Rubén León lo denunció de haber contagiado de una terrible enfermedad a varios miembros del Serenazgo. Los testimonios lo comprometían, pero el caso se archivó.
Los vecinos de Chosica dicen que el alcalde Bueno es casi intocable y con muchas influencias. La mejor prueba es que -pese a que todos los años mueren personas por la falta de previsión para enfrentar las lluvias- siempre ha salido incólume de las denuncias.
En enero del 2013, el dirigente Mariano Santillán presentó un pedido de vacancia ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE). Logró probar que Bueno no había terminado su carrera de Historia y Literatura en la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle - La Cantuta, como consignó en su hoja de vida.
Por el contrario, había desaprobado el 70% de los cursos y se retiró con un promedio de 05.23, según el reporte universitario.
El JNE le dio la razón a Santillán y denunció a Bueno ante la 57 Fiscalía, que despachaba el doctor Jorge Sanz Quiroz. Tiempo después, Sanz archivó la denuncia, fue ascendido y ahora es fiscal superior.
¿Por qué, pese a todo esto, Luis Bueno siempre ha sido reelegido? “Es un populista total. Controla los programas sociales de los pobres y entrega terrenos donde no debe”, dice Mariano Santillán. Así cualquiera. Nos vemos el otro martes.
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