La contienda entre Donald Trump (republicano) y Hillary Clinton (demócrata) está en sus descuentos y las noticias con relación a ello, que podría derivar en una crisis de escala mundial, comenzaron a salir como una fuga de agua.
Una de las 'bombas' de la semana fue nueva investigación del Buró de Investigaciones Federales de Estados Unidos (FBI) por el uso de un servidor privado de Hillary Clinton para enviar correos electrónicos cuando era secretaria de Estado.
Algunos analistas indicaron que tal movida podría restarle puntos a Hillary Clinton en las elecciones y darle a Donald Trump una ventaja corta pero necesaria para acceder a la Casa Blanca. Sin embargo, parece que el pastel que cocinaba el republicano se quemó antes de entrar en el horno.
Y es que el director del FBI, James Comey, anunció abruptamente que ellos no recomendaban denunciar a Hillary Clinton por el cargo mencionado. Quizá esto sea un elemento que muchos indecisos necesitaban para así darle su confianza a la demócrata.
El tema polémico de este asunto es que el FBI tuvo que revisar más de 650 mil correos electrónicos en 8 días. Para Donald Trump esto es una prueba más que Hillary Clinton está con los 'poderosos'.
Lo peor del tema es que el republicano ha anunciado que, de ganar los comicios, seguirá investigando a Hillary Clinton. Sin duda, Donald Trump tiene ganas de hacer cada vez más polémica.
En la otra orilla, el portavoz de la campaña de Hillary Clinton, Brian Fallon, sostuvo que el anuncio del FBI les alegró. "Estamos contentos de que este asunto se haya resuelto, pero para que quede claro, esto podría haber quedado zanjado después de que se envió la primera carta", mencionó por Twitter.
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