El caso de Gabriela Sevilla terminó esclareciéndose para la Policía tras la confesión de su pareja Ramiro Gálvez y la historia clínica que no revela ningún embarazo. El coronel Glenn García, jefe de la División de Investigación y Búsqueda de Personas Desaparecidas, aseguró que este polémico caso de un supuesto rapto a una menor fue cerrado.
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La mujer de 30 años no ha podido demostrar que estuvo embarazada y, ante esto, la Clínica Internacional terminó desmintiéndola al señalar que durante sus tres atenciones ninguna fue por estado de gestación.
“Conforme a las pericias y exámenes hechos a Gabriela se ha establecido que no, no hay ninguna denuncia por desaparición de la supuesta bebé que ha nacido (...) Hemos recibido la historia clínica de la Clínica Internacional donde se establece que ella durante este año ha tenido tres atenciones, en marzo, abril y julio, y en ningún momento se habla de gestación”, dijo el efectivo policial.
Según el jefe de la División policial, la mujer se ha mostrado poco colaborativa con las investigaciones, no acudiendo a la citación que le hicieron. Incluso, asumiría una denuncia fiscal por el presunto delito contra la fe pública en la modalidad de falsedad genérica.
“La pareja sospechaba de ella porque le entregó un documento fraguado donde lo registra un médico con una colegiatura de una doctora”, precisó el policía remarcando una falsificación de documentos por parte de Gabriela.
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Los dominicales de distintos canales de televisión se enfocaron en el polémico caso de Gabriela Sevilla, la mujer de 30 años que denunció que fue secuestrada, golpeada y que le robaron su bebé recién nacida, mientras iba camino al hospital porque, supuestamente, había entrado en labor de parto el pasado miércoles 19 de octubre.
Cuarto Poder difundió imágenes exclusivas de lo que fue el baby shower de la joven el pasado sábado 20 de agosto, dos meses antes de ser reportada su desaparición. El evento fue en el distrito de La Molina y reunió aproximadamente a 40 personas.
En los videos, grabados por los mismos asistentes, se ve a Gabriela Sevilla con zapatos de taco alto y un vestido rosado, que evidenciaba su barriga de embarazada. La mujer cogía en todo momento su vientre mientras que su novio, Ramiro Gálvez la sostiene de la mano izquierda para que no se caiga. Junto a ellos está el padre de ella, un excoronel del Ejército que ahora trabaja como policía de tránsito.
En un momento, la animadora del baby shower lanza una frase premonitoria a lo que sería después uno de los casos más sonados del 2022. “Si Martina (la supuesta bebé) no viene es porque no están pujando”, dijo.
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