Decenas de fieles con sus hábitos morados y velas, algunos con lágrimas en los ojos, recordaron ayer a sus seres queridos fallecidos a previas del Día de los Muertos, en el cuarto recorrido del Señor de los Milagros, que este año se realizó de manera virtual por la pandemia del Covid-19. Desde muy temprano, ellos se apostaron en los exteriores de la iglesia de Las Nazarenas y pidieron, sobre todo, por salud y trabajo.
Cumpliendo su penitencia, muchos devotos se quitaron los zapatos y se ubicaron al frente del santuario para rezar al Cristo de Pachacamilla. Junto a su esposo, doña Isabel llegó desde San Juan de Lurigancho con una imagen del Señor con más de 100 años de antigüedad. “Es de mis abuelos. La traigo todos los años. Es mi fortaleza, es mi todo”, dijo.
Para acercarse hasta los exteriores del templo, los fieles tuvieron que formar largas colas, manteniendo el distanciamiento social obligatorio y protocolos de bioseguridad.
A las 11 de la mañana, el monseñor Carlos Castillo realizó la misa oficial en honor al Cristo Moreno a puertas cerradas, transmitida de manera online y que fue seguida fue por miles de creyentes desde sus casas. “Te pido por el eterno descanso de mis papitos, abuelitos y que gocen de la gloria y paz eterna”, suplicó Ana García Díaz, por redes sociales, mientras escuchaba la homilía.
“Señor, bendice a mi papá Jean Pierre para que pueda recuperar su salud”, escribió Ninfa Acuña. Una hora después, todas las parroquias de Lima tocaron sus campanas como signo de unidad, solidaridad y esperanza en la resurrección del Perú. A las 12:30 del mediodía se inició la procesión virtual y también se trasmitió el ‘Vía crucis por el mes morado’.
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