Como emperador romano entre los años 54 y 68, Nerón Claudio César Augusto Germánico (37-68) ganó los Juegos Olímpicos, en Grecia, organizados fuera de fecha en su honor.
Cantante y músico que obligaba al público a que lo aclame y se quede hasta su último minuto en el escenario, Nerón viajó a Grecia, entonces colonia de Roma, donde celebró reuniones políticas y participó en los Juegos Olímpicos del año 66/67.
Además de competir como cantante, actor y músico tocando la lira -instrumento con que pasó a la posteridad-, el emperador fue protagonista en la carrera de cuadrigas (carros tirados por cuatro caballos), disciplina que en el circo romano siempre ganaba porque amenazaba a rivales y sobornaba a jueces.
En Grecia, Nerón ganó la carrera de cuadrigas al conducir un carro de diez caballos (seis más que sus competidores) y a pesar de sufrir una caída que casi le cuesta la vida. Mientras se reponía, los demás competidores se detuvieron para que el emperador vuelva a correr y pase primero la meta.
Con jueces comprados y ‘oponentes’ amenazados, Nerón fue campeón olímpico en la competencia de cuadrigas, de gran relevancia por entonces. De vuelta en Roma desfiló con sus coronas de laurel, símbolo del ganador de competencias olímpicas.
Datito
Aunque ganó en las Olimpiadas de manera ilícita, Nerón dejó un buen recuerdo en Grecia porque, con la generosidad de quien goza de las mieles del triunfo, proclamó a todos los griegos libres y exentos de pagar tributos. Depuesto en el año 68, se suicidó y el nuevo emperador Galba, nombrado por el Senado, despojó a Nerón de sus laureles olímpicos y lanzó una campaña para destruir la buena imagen que su antecesor tenía entre el pueblo.
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