Una de las historias que inspiró el famoso comercial de ‘Cholo soy’ es la de Gilberto Marcas, un huancavelicano que trabajó durante más de 15 años vendiendo helados en su triciclo por las playas de la Costa Verde. Un accidente de tránsito lo postró en cama por casi 9 meses, donde incluso se partió la cabeza, y luego de una larga rehabilitación, pudo volver a caminar.
Desde niño, cuando empezó a trabajar, sintió atracción por el mar, pero no sabía nadar. Lo intentó varias veces y, si no fuera por los tablistas, Gilberto ya se hubiera ahogado. Pasó meses intentando dominar las olas, se dio muchos revolcones, y gracias al campeón nacional de tabla, Carlos ‘Chalo’ Espejo, se convirtió en un buen nadador y en profesor de surf.
Actualmente, tiene su pequeña empresa ‘Surf School’ donde dicta clases a niños, jóvenes y adultos de todos los distritos en la playa ‘Punta Roquitas’, en Miraflores.
¿Alguna vez te imaginaste ser un profesor de surf?
No, pero siempre fui un enamorado del mar.
Empezaste vendiendo helados, ¿cómo fueron tus inicios?
Empecé cuando tenía 9 años, yo llegué a Lima a los 4 con mi familia, somos nueve hermanos, vendía helados desde muy temprano, pasando por Barranco, Chorrillos, y terminaba bajando a las playas de la Costa Verde.
¿Qué tan duro es para un provinciano sin muchos recursos enfrentarse a la capital?
Fue muy difícil, mis padres trabajaban como ambulantes. Nosotros de niños vendíamos cigarros, dulces y helados para ayudar a la economía de la casa.
Sabemos que tuviste un accidente y pasaste largos meses en cama…
Me atropelló un carro, quedé en coma, no pude mover las piernas por casi 9 meses, además mi cráneo quedó como un coco abierto, me recuperé de milagro haciendo una larga rehabilitación.
Cuéntame un poco de la historia que casi te ahogas y te rescataron unos tablistas…
Como a todo niño, me gustaba meterme al mar o tirar piedras, pero una vez terminé en el fondo y los tablistas me rescataron.
¿Siempre vendiste helados?
No, yo siempre fui ‘mil oficios’, vendí cigarros, gaseosas, hice jeans y también me metí a la construcción.
¿Qué fue lo que te motivó a crear una escuelita de surf?
Mi jefe ‘Chalo’ Espejo me dio la mano, me enseñó a nadar y correr tabla en mis tiempos libres, luego fui su asistente hasta que me dio la confianza de su empresa.
¿Es verdad que llevabas en tu triciclo a Gabriel Villarán?
Sí, lo llevé, pero también a ‘Toto’ de Romaña y a Alvarito Malpartida (hermano de Kina) sin imaginarme que serían los bravos de la tabla.
¿Qué es el mar para ti?
Es mi pasión.
Tú recorrías las playas vendiendo helados, ¿cuánto vendías al día?
Un sábado o un domingo ganaba algo de 80 soles, que era plata en ese entonces.
¿Cuánto tiempo tienes la escuela?
11 años.
¿Cuántos alumnos tienes?
Alrededor de 70, entre niños y adultos.
¿Por qué dirías que tu academia es mejor que las otras?
Le ponemos pasión a lo que hacemos y somos disciplinados.
¿Qué te gusta de este trabajo?
Que los niños y los adultos terminen parándose en la tabla y verlos felices.
¿Qué tan rentable es este negocio?
Puedo decir que es rentable, además siempre tengo alumnos, porque la mejor propaganda es cuando te recomiendan.
Hemos visto la propaganda de ‘Cholo soy’, y tu historia es parte de esta inspiración, ¿qué le aconsejarías a los emprendedores?
Todo lo pueden lograr con empeño y dedicación.
¿Cómo resumirías todo lo que has vivido?
Vivo a punta de perseverancia.
¿La suerte es importante en la vida?
No es cuestión de suerte, uno tiene que trabajar duro para alcanzar sus metas.
¿Crees que los provincianos son el motor de la economía peruana?
Sí. Los provincianos vienen a la capital para trabajar muy fuerte y conseguir sus sueños.
¿Qué es lo que no te gusta de la gran Lima?
Hay mucha corrupción, delincuencia, y no respetan las playas.
‘LOS EMPRENDEDORES TIENEN GARRA PARA SALIR ADELANTE’
¿Qué buscan transmitir con la campaña ‘Cholo soy’?
Queremos demostrar que los emprendedores tienen motivos para estar orgullosos. Esta canción es un himno a la identidad nacional y la hemos reescrito con una nueva letra donde reivindica el esfuerzo, la perseverancia, el disfrute del éxito que tiene el que va por sus sueños.
¿Cuál es el público objetivo al que se dirigen?
Mi Banco sigue siendo para los microempresarios, atendemos a la base de la pirámide. La misión es transformar vidas e impulsar el crecimiento del país.
¿Cuál es la característica de este tipo de peruanos?
Son luchadores, perseverantes, que con esfuerzo consiguen sus metas, saben conservar su identidad, son gente muy solidaria. Tienen una garra de salir adelante, no se rinden, son cholos tercos…
Se puede hablar de un promedio de la cantidad de dinero que solicitan sus clientes…
Damos préstamos desde los 300 soles, dependiendo de la capacidad de endeudamiento y la evolución del cliente.
¿Qué piensa de la desaceleración económica?
Soy ingeniera economista, puedo decir que esto es un ciclo, es parte de lo que ya sabemos. Hemos vivido casi 15 años de crecimiento constante, y en los momentos duros es donde surgen los emprendimientos.
¿Qué expectativas tienen para este año?
En el 2016 seguiremos reforzando nuestro posicionamiento. Somos líderes, tenemos más de 115 mil personas bancarizadas, y queremos llegar al medio millón en el 2020.
Una de las historias que inspiró el famoso comercial de ‘Cholo soy’ es la de Gilberto Marcas, un huancavelicano que trabajó durante más de 15 años vendiendo helados en su triciclo por las playas de la Costa Verde. Un accidente de tránsito lo postró en cama por casi 9 meses, donde incluso se partió la cabeza, y luego de una larga rehabilitación, pudo volver a caminar.
Desde niño, cuando empezó a trabajar, sintió atracción por el mar, pero no sabía nadar. Lo intentó varias veces y, si no fuera por los tablistas, Gilberto ya se hubiera ahogado. Pasó meses intentando dominar las olas, se dio muchos revolcones, y gracias al campeón nacional de tabla, Carlos ‘Chalo’ Espejo, se convirtió en un buen nadador y en profesor de surf.
Actualmente, tiene su pequeña empresa ‘Surf School’ donde dicta clases a niños, jóvenes y adultos de todos los distritos en la playa ‘Punta Roquitas’, en Miraflores.
¿Alguna vez te imaginaste ser un profesor de surf?
No, pero siempre fui un enamorado del mar.
Empezaste vendiendo helados, ¿cómo fueron tus inicios?
Empecé cuando tenía 9 años, yo llegué a Lima a los 4 con mi familia, somos nueve hermanos, vendía helados desde muy temprano, pasando por Barranco, Chorrillos, y terminaba bajando a las playas de la Costa Verde.
¿Qué tan duro es para un provinciano sin muchos recursos enfrentarse a la capital?
Fue muy difícil, mis padres trabajaban como ambulantes. Nosotros de niños vendíamos cigarros, dulces y helados para ayudar a la economía de la casa.
Sabemos que tuviste un accidente y pasaste largos meses en cama…
Me atropelló un carro, quedé en coma, no pude mover las piernas por casi 9 meses, además mi cráneo quedó como un coco abierto, me recuperé de milagro haciendo una larga rehabilitación.
Cuéntame un poco de la historia que casi te ahogas y te rescataron unos tablistas…
Como a todo niño, me gustaba meterme al mar o tirar piedras, pero una vez terminé en el fondo y los tablistas me rescataron.
¿Siempre vendiste helados?
No, yo siempre fui ‘mil oficios’, vendí cigarros, gaseosas, hice jeans y también me metí a la construcción.
¿Qué fue lo que te motivó a crear una escuelita de surf?
Mi jefe ‘Chalo’ Espejo me dio la mano, me enseñó a nadar y correr tabla en mis tiempos libres, luego fui su asistente hasta que me dio la confianza de su empresa.
¿Es verdad que llevabas en tu triciclo a Gabriel Villarán?
Sí, lo llevé, pero también a ‘Toto’ de Romaña y a Alvarito Malpartida (hermano de Kina) sin imaginarme que serían los bravos de la tabla.
¿Qué es el mar para ti?
Es mi pasión.
Tú recorrías las playas vendiendo helados, ¿cuánto vendías al día?
Un sábado o un domingo ganaba algo de 80 soles, que era plata en ese entonces.
¿Cuánto tiempo tienes la escuela?
11 años.
¿Cuántos alumnos tienes?
Alrededor de 70, entre niños y adultos.
¿Por qué dirías que tu academia es mejor que las otras?
Le ponemos pasión a lo que hacemos y somos disciplinados.
¿Qué te gusta de este trabajo?
Que los niños y los adultos terminen parándose en la tabla y verlos felices.
¿Qué tan rentable es este negocio?
Puedo decir que es rentable, además siempre tengo alumnos, porque la mejor propaganda es cuando te recomiendan.
Hemos visto la propaganda de ‘Cholo soy’, y tu historia es parte de esta inspiración, ¿qué le aconsejarías a los emprendedores?
Todo lo pueden lograr con empeño y dedicación.
¿Cómo resumirías todo lo que has vivido?
Vivo a punta de perseverancia.
¿La suerte es importante en la vida?
No es cuestión de suerte, uno tiene que trabajar duro para alcanzar sus metas.
¿Crees que los provincianos son el motor de la economía peruana?
Sí. Los provincianos vienen a la capital para trabajar muy fuerte y conseguir sus sueños.
¿Qué es lo que no te gusta de la gran Lima?
Hay mucha corrupción, delincuencia, y no respetan las playas.
‘LOS EMPRENDEDORES TIENEN GARRA PARA SALIR ADELANTE’
¿Qué buscan transmitir con la campaña ‘Cholo soy’?
Queremos demostrar que los emprendedores tienen motivos para estar orgullosos. Esta canción es un himno a la identidad nacional y la hemos reescrito con una nueva letra donde reivindica el esfuerzo, la perseverancia, el disfrute del éxito que tiene el que va por sus sueños.
¿Cuál es el público objetivo al que se dirigen?
Mi Banco sigue siendo para los microempresarios, atendemos a la base de la pirámide. La misión es transformar vidas e impulsar el crecimiento del país.
¿Cuál es la característica de este tipo de peruanos?
Son luchadores, perseverantes, que con esfuerzo consiguen sus metas, saben conservar su identidad, son gente muy solidaria. Tienen una garra de salir adelante, no se rinden, son cholos tercos…
Se puede hablar de un promedio de la cantidad de dinero que solicitan sus clientes…
Damos préstamos desde los 300 soles, dependiendo de la capacidad de endeudamiento y la evolución del cliente.
¿Qué piensa de la desaceleración económica?
Soy ingeniera economista, puedo decir que esto es un ciclo, es parte de lo que ya sabemos. Hemos vivido casi 15 años de crecimiento constante, y en los momentos duros es donde surgen los emprendimientos.
¿Qué expectativas tienen para este año?
En el 2016 seguiremos reforzando nuestro posicionamiento. Somos líderes, tenemos más de 115 mil personas bancarizadas, y queremos llegar al medio millón en el 2020.