El economista Diego Macera señaló a Trome que una vía para que la economía en el país pueda recuperarse, es darle facilidades a la inversión privada y las empresas, ya que esto generará ingresos al país, y permitirá que aumenten los empleos.
“Lo mejor que puede hacer el Gobierno, es dejar trabajar y dejar invertir en un clima de estabilidad. Creo que hay una buena disposición del Poder Ejecutivo para esto, pero siempre se puede hacer más. Por ejemplo, todavía están vigentes disposiciones del gobierno anterior, que hacen más cara o inflexible la contratación formal. Eso podría revisarse fácilmente”, señaló.
Luego añadió que en el tema de inversiones, hay varias en el sector de la minería que “esperan por trámites que se alargan indefinidamente, o por garantías mínimas de seguridad. Si el Ejecutivo realmente quiere activar el consumo, tiene que alentar las inversiones paradas”.
EXPECTATIVAS BAJAS
Macera sostuvo que las expectativas de crecimiento en el país siguen siendo demasiado bajas, tanto para este año como para el próximo, lo cual tendría un impacto importante para el país.
“Lo más probable es que este año se logre crecer, pero bastante por debajo de lo que deberíamos. Se espera un crecimiento sea cercano al 2% en el 2023, y buena parte de eso gracias al inicio de la producción de la mina Quellaveco, en Moquegua. Para el próximo año las expectativas no son mucho mejores; también algo entre 2% y 3%. Para un país como el Perú, esos números son demasiado pobres. No ayudan a reducir pobreza ni mejorar empleo”, sostuvo.
SE NECESITA CONFIANZA
El economista explicó que las lluvias e inundaciones han afectado de forma grave a las cosechas en el país, así como infraestructura pública y privada, lo cual también tendrá un impacto en nuestra economía, no obstante, considera que ese golpe podría revertirse si las autoridades y políticos lograr establecer un clima de calma, par así recuperar la confianza de los inversionistas, lo cual podría ser un impulso que nos podría ayudar a superar el daño causado por los desastres naturales.
“Una vez pasadas las lluvias, lo que realmente va a marcar el tono del resto del año es la capacidad del Congreso y el Poder Ejecutivo para recuperar la confianza. Sin confianza no hay inversión, y sin inversión no hay nada (...) Es probable que este año cerremos con inversión privada en negativo, y eso es porque la inestabilidad pasa factura. A pesar de eso, es posible darle vuelta a la situación, y empujar un ciclo de crecimiento fuerte de la inversión privada y el empleo”, agregó.
FALTA POR MEJORAR
Respecto al empleo formal, Macera indicó que las cifras superan a las del 2020, lo cual es un punto positivo para este año, sin embargo, dijo que esto no se compara al crecimiento que ha tenido en empleo informal.
“Una buena noticia es que el empleo formal se ha recuperado. En comparación con enero del 2020, que fue antes de la pandemia, tenemos más de 200 mil empleos privados en planilla adicionales. Sin embargo, también tenemos malas noticias, y una de ellas es que la velocidad de crecimiento del empleo formal ha ido bajando rápidamente. La segunda es que el empleo en empresas más chicas, más informales, y con peores salarios también ha crecido”, explicó.
Asimismo, dijo que un tercer punto negativo responde a que “los salarios reales, es decir, lo que la gente realmente puede comprar con sus ingresos, hoy es menor que antes”.
Debido a esto consideró importante que se instale una confianza que permita una mejor inversión, ya que de lo contrario, “los salarios reales van a seguir estancados o reduciéndose”.