El 2023 viene siendo un año duro para la industria pesquera, lo cual ha provocado alerta en la economía peruana dado que podría deparar en una caída del PBI para fines de año. La cancelación de la primera temporada de anchoveta implicará pérdidas millonarias y por ello diferentes voces especializadas comparten las medidas que se podrían adoptar para mitigar esta crítica situación.
Fernando Moreno, gerente general del GrupoMar Perú, se refirió al complejo porvenir en el sector pesquero a causa de la presencia mayoritaria de anchoveta juvenil en el mar peruano este año a causa del Fenómeno El Niño, por lo cual es menor a la talla mínima requerida para su pesca exploratoria.
Es una temporada difícil para la industria pesquera. Son días complicados. ¿Cómo analiza esta situación que vive la industria pesquera en este años y también cómo afecta al tema el PBI?
Bueno, el tema global de la industria pesquera que se ve afectada por el Fenómeno El Niño, que trae unas masas de agua caliente gigantescas que se han colocado en toda la costa desde Ecuador hasta el sur norte de Chile. Entonces, eso ha originado que la anchoveta se asole y la anchoveta que hay en este momento para pescar no cumple con el tamaño requerido para que ser pescado. Entonces, al no abrirse las temporadas de pesca ha habido un golpe de dejar de producir cerca de 1200, 1300, 1400 millones de dólares dependiendo de cuánto haya durado la temporada de pesca. El Perú es un país pesquero, entonces, al ser un país pesquero, al igual que también lo es minero, todo lo que afecte al sector pesquero va a afectar directamente al PBI.
Estaba comentando el tema del tamaño de las anchovetas y tamaño mínimo para su extracción. Hasta hace unas semanas días se estaba vigente una resolución de Produce de suspender todas las actividades extractivas. ¿Cómo se estiman las pérdidas que pueden haber en escala de, digamos, de empleo?
Bueno, las cifras exactas en el sector anchovetero no las manejo bien, pero la industria pesquera peruana es en un 80 o 90% harinera, depende de la pesca de la anchoveta, entonces hay una pérdida tremenda porque eso arrastra a proveedores, a bancos, astilleros, vendedores de pintura, movimiento de combustible, movimiento de alimentos y afecta a todas las familias involucradas en el sector. El sector está reprimido en este momento, no se sabe cuánto puede durar este este fenómeno en cuanto al tema del tamaño y que no se permita pescar. Hace unos días el Ministerio de la Producción abrió una ventana para que los barcos pesquen 5 o 6 días, salieron todos los barcos a pescar, pero la pesca fue de tamaño no oficial y el Ministerio de Producción tuvo que retroceder y decir, señores, ya no pescamos más al tercer día porque no califica el tamaño.
Ahora yo he leído, que este fenómeno que está pasando de la anchoveta chica puede voltearse en un plazo mediano. ¿Que significa eso? Que la anchoveta que se ha asolado cuando la temperatura del mar empiece a enfriar un poco, va a aparecer grandes manchas de anchoveta que ya están en el tamaño ideal para ser pescadas, que en este momento no lo están. ¿Qué pasa? La flota anchovetera pesca relativamente muy cerca de las costas. No, no han muchas millas afuera de la costa. Probablemente, la anchoveta se haya alejado de las costas por el tema de la temperatura y en el momento que se normalicen que venga la corriente de Humboldt ,que venga la onda Kelvin, que el fenómeno de El Niño se estabilice., esta anchoveta va a retornar a su sitio original.
En ese sentido, ¿qué otras especies podrían ser exploradas en durante esta situación?
A ver ahí varias formas de revertir un poco un poco el fenómeno. Hay especies que vienen con el agua caliente y que pueden ser pescadas, por ejemplo, el atún, el perico, tiburón y la pota. Si hablamos de la pota que es la segunda especie pescada en el Perú, no existe una flota industrial de pota porque no hay licencias para barcos industriales, pero nosotros tenemos fuera de las 200 millas una flota china muy importante, pescado pota en la milla 250 que pescan pota desde Ecuador hasta Chile. Como país, deberíamos de aprovechar que existe esta gran flota afuera y que tienen producto, para darle valor agregado a este producto, transformarlo en las fábricas peruanas y exportar. Los chinos están con la mejor disposición de hacerlo, pero hay trabas burocráticas que no lo permiten. Existe la posibilidad de ingresar producto y lo otro es que, se están ingresando algunos barcos para temas de cambio de tripulación y de reparaciones, lo que puede originar un movimiento económico de diques, de personal, de habituallamiento y de temas logísticos. Si bien es cierto no es un volumen grande, sí puede palear un poco las deficiencias que se están presentando en el sector anchovetero.
Mencionando al calamar, por ejemplo, ¿cómo beneficiarian sus ingresos de parte del mercado occidental para palear esta situación en la industria?
Creo que lo que deberíamos hacer es aprovechar este calamar gigante que hay y darle valor agregado. El Perú está consumiendo para consumo humano directo, lo que deberíamos hacer es ingresar este calamar y procesarlo para los mercados asiáticos. El mercado asiático es un gran consumidor de calamar gigante, ellos lo comen deshidratado y saborizado. Hay empresas en Perú que ya exportan este producto de manera terminada y envasada, pero son cantidades mínimas, la pesca de la flota china no afecta a la pesca artesanal del calamar. Es más, este año la pesca del calamar gigante se ha visto incrementada por la flota artesanal, entonces, permitir un acceso del producto que se desembarque del Perú para que sea procesado y reexportado.
Hablando específicamente de GrupoMar, nosotros manejamos una flota atunera, la cual cuando viene a pescar a Perú saca unos permisos para pescar por una cantidad de días. Un permiso para pescar atún dura 90 días, pero no podemos pescar dentro de las primeras 10 millas. El atún barrilete se ubica 40 millas, entonces es zona que no son utilizadas por los artesanales. El atún es altamente migratorio, este año es un año siu generis porque hay una marcha caliente, entonces el atún, al igual que otras especies, se ha desorientado y está dispersado. Lo que normalmente se mueve en una corriente, ahora está en una gran extensión de mar que no le permite a la flota pesquera internacional decir ‘acá está el atún y vamos a pescar allí'. Entonces, han venido pocos barcos a pescar y no necesariamente les ha ido bien en Perú.
Una temporada siu generis, cree que el Gobierno ha tomado acciones adecuadas para el cuidado de la anchoveta.
Creo que sí. No podemos permitir que se pesque anchoveta juvenil, porque se tiene que preservar la especie. Definitivamente es un golpe económico muy muy grande al sector pesquero, el sector de abastecimiento, de abituallamiento, está muy resentido económicamente, pero tenemos que guardar pan para Mayo y preservar la especie, porque no sabemos qué puede pasar mañana.
Con tu bagaje, qué últimas impresiones podrías compartir sobre el porvenir en la industria pesquera para el últimoo semestree inicios del próximo año
Con respecto a la anchoveta específicamente, es bastante incierto. Las últimas pescas exploratorias que permitieron hace poco estaba todo juvenil, tenemos un Fenómeno El Niño que está calculado que durará hasta el 2024, eso significa que no están las condiciones del mar para la anchoveta. No sé si el Ministerio permita otras pescas exploratorias, eso puede generar otra pérdida al sector pesquero de unos 1,200 millones de dólares, lo cual repercute en el PBI. Respecto a otras especies, podemos darle mayor valor agregado, no solamente exportar materia prima. Entonces, se presentan dificultades pero también oportunidades y se deben aprovechar. La pota ha manifestado un incremento en el volumen de pesca, eso significa que hay especie suficiente. Esa cantidad suficiente, si permiten que entre el producto pescado por una flota china, se puede multiplicar para que sea tratado y exportado a través de fábricas peruanas, lo cual puede repercutir en un mayor volumen en el sector pesquero.
Hace unos días, el ministro de Producción, Raúl Pérez Reyes Espejo, en diálogo con RPP, se refirió a las pérdidas millonarias -que ascienden a 600 millones de dólares en caída de exportaciones- por la cancelación de la primera temporada de anchoveta en el Perú. Sin embargo, dejó abierta la posibilidad de que sí haya una segunda, aunque todo dependerá de unos resultados de Imparte que saldrán en octubre.
“Haremos monitoreo del desove en agosto, septiembre y la primera semana de octubre debemos tener resultados. Si observamos que ya acaba el periodo de desove, el Imarpe va a hacer una determinación de la biomasa a ser capturada y ahí establecemos una cuota si es que las condiciones están dadas”, manifestó.
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