Donald Trump y Angela Merkel protagonizaron un tenso encuentro en el Salón Oval de la Casa Blanca el viernes pasado. ¿Por qué todo el mundo habla del tremendo desplante de Trump a Merkel? Te lo contamos en esta nota.
Resulta que Angela Merkel, quien el viernes realizó su primera visita a la Casa Blanca desde que Donald Trump asumió la presidencia, pasó un incómodo momento frente a la prensa durante su encuentro en Washington.
Y es que ni bien ingresaron al Salón Oval, Trump lanzó una de sus 'bromas'.
"Sobre el espionaje, al menos tenemos algo en común, tal vez", dijo Trump, insistiendo una vez más en que el Gobierno de Barack Obama intervino sus comunicaciones, así como las llamadas telefónicas de la canciller Angela Merkel.
Merkel no demoró en reaccionar y su gesto de incomodidad fue más que evidente. Pero luego vendría lo peor.
Una periodista alemana cuestionó a Trump por sus medidas comerciales para poner a "Estados Unidos primero" y por su insistencia en decir que los periodistas mienten. La respuesta del mandatario también provocó desazón en Merkel.
"No soy un aislacionista ni por imaginación", dijo el mandatario. "No sé qué periódico está leyendo", agregó Trump y enseguida le sugirió que deje de leer "noticias falsas".
Pero la cereza del encuentro fue cuando Trump no quiso darle la mano a Merkel. "¿Quiere que nos demos la mano?", le pregunto la canciller a Trump, pero este la ignoró por completo.
Sin embargo, el portavoz de Trump desmintió que el presidente estadounidense rechazase deliberadamente estrechar la mano a Angela Merkel frente a la prensa.
"Creo que no oyó la pregunta" de la canciller alemana, dijo el domingo Sean Spicer a la revista alemana Der Spiegel.