POR: MIGUEL RAMÍREZ / Periodista de investigación Cuando ‘El Comercio’ publicó que Marcelo Odebrecht declaró que financió la campaña de Keiko Fujimori, la misma lideresa de Fuerza Popular y sus 71 congresistas se indignaron y amenazaron con enjuiciar al prestigioso periódico. ‘Sicarios del periodismo’, insultó el excéntrico parlamentario Héctor Becerril. Pero la semana pasada, cuando el mismo medio informó que el publicista brasileño Valdemir Garreta confesó que Odebrecht y OAS le pagaron US$3 millones para asesorar a la exalcaldesa Susana Villarán para que no la revocaran, los fujimoristas saltaron de contentos. Solo les faltó hacer una marcha para desagraviar al diario. Es decir, cuando los delatores mencionan que entregaron dinero a su jefa y a sus amigos para sus respectivas campañas electorales, se enfurecen y dicen que son infamias, pero cuando se trata de sus enemigos políticos, todo es verdad y deben estar presos. Como bien escribió el genial caricaturista Heduardo: “¿Y ahora cómo hacemos para que los aportes de campaña sean delitos para Humala, Toledo y Villarán y no para Keiko, AG y (el alcalde Luis) Castañeda?”. La alegría de los fujimoristas, sin embargo, les duró poco. Doris Aguirre, la experimentada periodista del diario ‘La República’, publicó el jueves pasado parte de los explosivos argumentos de la fiscal superior Luz Peralta, para que el caso por lavado de dinero de Joaquín Ramírez (el principal mecenas de la campaña de Keiko Fujimori) sea reabierto.
Como se sabe, semanas antes la fiscal Sara Vidal había archivado esa investigación (en la que también está comprendida Keiko) sin haber hecho las diligencias más elementales. Por cierto, la bochinchera congresista Yeni Vilcatoma –que ahora se alucina la ‘contralora’ de los fiscales- no ha denunciado a Vidal por ese escandaloso archivamiento. “Keiko Fujimori, presuntamente, sería parte de la organización criminal, pues habría participado en aparentar un pseudo crecimiento económico de las empresas de propiedad del investigado Joaquín Ramírez”, dice la fiscal Luz Peralta en su resolución. La magistrada dispone una diligencia clave que podría terminar de comprometer seriamente a ambos investigados: un nuevo interrogatorio al piloto peruano y exinformante de la DEA, Jesús Vásquez. Como se recuerda, en mayo del año pasado, Vásquez declaró que Joaquín Ramírez le contó que Keiko Fujimori le había entregado el 2011 US$15 millones para ‘lavarlos’ en grifos de combustible. Un mes después de conocerse esa noticia a través de la prensa, a muchos sorprendió que una fiscal llamada Manuela Villar viaje a interrogar a Vásquez. La defensa de Joaquín Ramírez se opuso, alegando que no podían investigarlo, pues aún era congresista, lo cual era cierto. Luego se conoció que Villar había sido profesora de la Universidad Alas Peruanas, de propiedad de Fidel Ramírez, tío de Joaquín, quien también es investigado. Lo que saben el piloto Vásquez y la DEA no deja dormir a muchos. Nos vemos el otro martes.
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