
En pleno Día del Padre, cuando millones tomaban desayuno o festejaban con sus familiares al ‘rey de la casa’, un sismo de 6.1 grados remeció Lima y el Callao, dejando un muerto y 17 heridos, así como daños en decenas de casas de la capital y el primer puerto.

A las 11:35 de la mañana, mujeres, niños y hombres salieron despavoridos de sus viviendas debido al fuerte sacudón. Según el Instituto Geofísico del Perú (IGP), el movimiento de tierra tuvo su epicentro a 30 kilómetros al suroeste del Callao y una profundidad de 49 kilómetros.
Imágenes de locales comerciales, terminales de buses, estadios de fútbol, calles, azoteas, edificios de departamentos y viviendas ubicadas en los cerros, mostraron la ferocidad del temblor.
Algunos automóviles resultaron con serios daños, pues les cayeron encima partes de muros desde pisos superiores .

El coronel PNP Ramiro Trauco, jefe de la División Policial Norte II, informó que Jonathan Teófilo Ventura Vega (36), un padre de tres niños, falleció luego que una pared de un edificio de cuatro pisos en construcción se desprendió y lo aplastó dentro de su vehículo. La víctima esperaba a un pasajero afuera de una vivienda de la calle Las Azaleas, en Independencia.
La Primera Fiscalía Penal de Lima Norte inició investigación preliminar ‘contra los que resulten responsables del presunto delito de homicidio culposo’.
NUBES DE POLVO
Hubo deslizamiento de tierra y piedras en los acantilados de la Costa Verde, desde Chorrillos a San Miguel, lo que generó nubes de polvo que cubrieron el Circuito de Playas, generando pánico, pero sin dejar víctimas. El nerviosismo de la gente no paró, pues media hora después hubo una replica de 3.6 grados.

Al lugar llegaron horas después la presidenta Dina Boluarte y algunos ministros. Tras una breve inspección se retiraron sin dar declaraciones. En horas de la noche se restableció el tránsito.
El fuerte sismo hizo desprender una roca de un cerro, la misma que cayó sobre una vivienda en el asentamiento humano Las Gardenias, en Comas, pero no hubo heridos. Otros deslizamientos ocurrieron en los asentamientos humanos El Nuevo Mirasol y El Renacer.
En Bellavista, un gran letrero del supermercado Plaza Vea se cayó, pero por suerte nadie pasaba en ese momento.
En tanto, la madre de familia Rosvenia Guerra solicitó ayuda a las autoridades pues su vivienda colapsó tras la caída de la pirca que la sostenía, en la zona de Juan Pablo II, San Juan de Lurigancho.









