El retorno del padre al hogar, luego de una dura separación con la madre, puede desencadenar una serie de emociones en los hijos. No es nada fácil para ellos ver que su progenitor un día los abandona y luego de un tiempo, vuelve como si nada hubiera pasado.
“Además del dolor, los hijos pueden tener confusión y conflicto interno. Por un lado, desean reconectar con su papá y restaurar la relación perdida; y por el otro, se sienten enojados y desconfiados debido al daño causado por su partida anterior. Esta lucha interna puede generar ansiedad, incertidumbre y estrés emocional en los chicos, más aún si no se conversa con ellos”, advierte el psicólogo y psicoterapeuta Walter Hinojosa.
¿Qué hacer?
♦DIÁLOGO Y HONESTIDAD. El padre debe explicar las circunstancias detrás de su partida y su regreso, sin ocultar la verdad ni minimizar el impacto emocional en los hijos.
♦EMPATÍA Y COMPRENSIÓN. Reconozcan el dolor y la confusión que están experimentando los niños. Para esto escúchenlos, eso ayudará a reconstruir la confianza perdida.
♦TIEMPO DE CALIDAD. Participar en actividades juntos y crear recuerdos positivos puede ayudar a fortalecer la relación y construir una base sólida para la reconciliación.
♦AYUDA PROFESIONAL. En casos donde las emociones sean abrumadoras o el conflicto familiar sea demasiado difícil de manejar, busquen el apoyo de un terapeuta familiar.
Mucho diálogo
Los padres deben conversar y definir si realmente habrá una reconciliación entre ellos o simplemente el hombre regresa como una visita rutinaria.
¿Por qué es peligroso exponer a tus hijos a las complicaciones de tu divorcio o separación?
¿Hasta dónde se debe exponer a los hijos tras una separación? Es una de las preguntas más frecuentes que rondan cuando una pareja con hijos se divorcia. Y si bien no hay un manual de crianza, sí existen aspectos básicos a tener en cuenta.
“Cuando los papás se separan de forma violenta, empiezan a publicar más contenido con los pequeños en redes. Inconscientemente, es una forma de que las demás personas vean quién va ganando en la separación. Pero no se dan cuenta de que esos niños no quieren ser parte del problema y tienen una privacidad que deben respetar”, comenta el psicólogo Ítalo Arrúe.
Agrega que tampoco se debe exponer a los hijos en peleas públicas, indirectas, discusiones y situaciones de conflicto.
“Al involucrar a los niños en estas situaciones, los hacen más vulnerables e inseguros. Aquí hay algo que los padres divorciados no ven. Si ustedes están sufriendo, los chicos la están pasando peor. El sitio seguro de ellos era su familia y ahora no la tienen. Lo que haya pasado en la pareja es de ustedes dos, involucrar a los menores es alterar su estabilidad emocional”, advierte el experto.
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