Atizando el horno y calculando el momento exacto para retirar el brasero para que el pollo a la brasa este dorado y jugoso, don Walter Rodríguez Agreda da un lección de cómo ser un verdadero maestro pollero a sus casi 80 años. Marinando un pollo fresco con sal y cerveza rubia y sin utilizar ningún tipo de aderezo, este emprendedor revela que el secreto para lograr que su pollito a la brasa sea uno de los más pedidos en Lima Este es que el ave se hornee cuidando la temperatura y el tiempo, pero, sobre todo, manteniendo la limpieza en el lugar de trabajo.
“Los pollos son frescos y del día, nos aseguramos que aquí se coma bien. Pero buscamos, en especial, cuidar la limpieza y que todo esté bien organizado para que el cliente regrese”, comenta este vecino de Santa Clara.
Su restaurante “Donde Walter” celebró 18 años y se ha vuelto uno de los más solicitados de la zona. En un buen día puede llegar a vender 300 pollos diarios y el patriarca de la familia no se hace problemas en estar pendiente de la preparación del ave y el posterior horneo de los pollos. “Me gusta estar en la cocina y estar pendiente de todo el proceso”, comenta muy orgulloso.
Don Walter se dedicó a la crianza y cuidado de aves en 1958 cuando apenas era un niño, y desde entonces sus deseos de emprender no se han detenido. “Una sobrina me sugirió que abra una pollería aprovechando el horno que tenía. Los pollos que preparaba eran muy buenos, y hasta el día de hoy sigo horneando”, señala.
Si deseas probar su famoso pollito, visita su cuenta de Facebook (@Donde Walter)
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