En la avenida Luna Pizarro, muy cerca del mercado de Matute, en el distrito de La Victoria hay un huarique que siempre está lleno, la gente hace largas colas para saborear contundente parihuela con harto pescado y cangrejo, además de otros platos marinos hechos por don Carlos Juscamayta, más conocido en el barrio como ‘El Gato’.

CONTINÚA CON EL LEGADO DE SU PADRE

Don Carlos tiene 53 años y trabaja en este negocio desde 1989. Él heredó la sazón y la habilidad de la cocina de su padre, quién le enseñó desde muy chico a preparar diversos potajes, en especial los platos marinos.

“Cuando trabajaba como ambulante en Bélgica con Luna Pizarro preparaba solo chilcano y cebiches en mi triciclo, pero luego nos botaron del mercado y tuve que buscar un local muy cerca para continuar con mi trabajo porque mi familia dependía de mí”, detalla.

"Vengo hace 8 años a comer esta parihuela, no he probado una igual, esta es espectacular", cuenta el taxista. Foto: Alan Ramírez.
"Vengo hace 8 años a comer esta parihuela, no he probado una igual, esta es espectacular", cuenta el taxista. Foto: Alan Ramírez.

Don Carlos tenía sus ahorritos y con eso logró tener un pequeño espacio en esta zona de La Victoria, compró mesas, sillas y armó una gran cocina donde prepara todas estas exquisiteces que ha conquistado a muchos comensales que vienen desde El Callao y otros distritos alejados de la capital para saborear esa bendita parihuela que levanta a cualquier muerto.

Él nos cuenta que este espacio es mucho más grande y decidió crear una carta más amplia para atraer la atención de más comensales que pasaban por el lugar. Actualmente, trabaja con 14 personas que forman parte de su familia.

SECRETO PARA UNA PARIHUELA

El Gato fue bautizado por sus amigos con este apodo por sus grandes ojos azules y trabaja todos los días desde muy temprano para atender a la gran demanda.

Nos cuenta que para que salga una parihuela sabrosa como la que él hace, tiene que poner mucho pescado en la olla y bastante cangrejo así saldrá todo el sabor del mar y los pondrá con una energía brutal para continuar con sus actividades del día.

COMENSALES CONTENTOS

Un cliente fiel al Gato es un taxista chalaco, quien desde hace 8 años viene todos los días a comer su parihuela de 8 soles, pues según él dice que este potaje lo mantiene pilas para recorrer las calles de Lima hasta llegar de noche a su casa.

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