La castración química, como medida para evitar y/o castigar los casos de violación sexual, vuelve a ponerse en discusión luego de que el presidente Pedro Castillo anunciara que el Ejecutivo presentará un proyecto de ley para su aplicación obligatoria contra agresores de menores y mujeres. Esto, tras el caso de la niña de tres años secuestrada y ultrajada en Chiclayo.
“Este hecho atroz e inhumano nos lleva a una enorme reflexión como país para adoptar políticas públicas de Estado más severas que salvaguarden los derechos humanos de los más indefensos que son nuestros niños y niñas, y la castración química es una opción, no podemos esperar más”, manifestó Castillo a través de una nota de prensa de la Presidencia de la República, enviada a los medios de comunicación el último sábado.
El mandatario indicó que la viabilidad de esta medida deberá ser incluida en el Código Penal y que se necesitará de la aprobación del Congreso de la República para su legalidad, “tal como ya se ha hecho en países como Rusia, Estados Unidos (siete estados), Polonia, Corea del Sur, Indonesia y Moldavia, donde ya se aplica”.
La Presidencia de la República también indicó que “la castración química consiste en administrar medicamentos que reducen la libido e inhiben el deseo sexual. Se aplica como un método de prevención contra las agresiones sexuales, y también como castigo para los que cometen crímenes de esta índole”.
Al día siguiente, el ministro de Justicia Félix Chero dijo que el anunciado proyecto estaba listo. “Debemos estarlo aprobando en el Consejo de Ministros el día miércoles y lo debemos estar presentando al Legislativo para su análisis y discusión”, comentó en Exitosa.
Castillo reiteró ayer que la propuesta de castración química será formalizada en los próximos días y que esperaba el respaldo del Congreso. “[...] y que no le dé la espalda a un clamor popular. Nosotros como Gobierno tenemos la enorme responsabilidad de proteger la vida de los peruanos”, enfatizó desde Ate, donde asistió a una actividad del Ministerio del Interior.
El exministro de Salud y urólogo Alberto Tejada explicó en qué consiste la castración química y cómo actúa en las personas que son sometidas a este proceso.
“La castración química y no quirúrgica (que es extirpar los testículos) consiste en administrarle una sustancia a una persona, sea por la vía intramuscular o con pastillas, para inhibir la producción de testosterona, o contrarrestarla, y de esa forma inhibir el deseo sexual, el impulso y la propia erección del pene”, señaló en RPP.
Los fármacos que se emplean para el tratamiento del cáncer de próstata también se destinan para la castración química.
La castración química esta sujeta a la continuidad del medicamento aplicado.
“No es que una vez colocada la inyección o suministrada la pastilla, la persona ya quedó castrada de por vida. Tengo que dar diariamente (la pastilla), o en el caso de la inyección aplicar de manera bimensual, lo que representa una inversión, para que este proceso continúe porque sino es reversible”, comentó Tejada.
Consultado si la medida será eficaz para reducir los índices de violación en menores de edad, Tejada respondió: “No. Yo creo que es una medida emocional, a lo mejor todos nos sentimos identificados con la medida, incluyendo otras más severas, pero no soluciona el tema de fondo”, indicó.
Según reveló Tejada, una inyección para aplicar la castración química puede costar hasta 40 dólares, “y el tratamiento esta sujeto a la voluntad del administrado”, por lo tanto, opinó que se trata de un tema “poco razonable” en su esencia.
El también alcalde de San Borja comentó que hay seis países y seis estados de EE.UU. que aplican la castración química, pero “no se ha encontrado una disminución de índices de violencia esperados”, más allá de dejar la sensación de que se ha hecho justicia con el castigo.
Sobre el gasto que implicaría castrar químicamente a los violadores de menores de edad también se pronunció el titular de Justicia. “Tenemos que ponernos en una ponderación de derecho entre la dignidad, la integridad de los menores que son ultrajados, violentados y un gasto que significa aplicar esta castración química”, señaló sin mencionar montos.
El 17 de mayo de 2018 el pleno del Congreso aprobó en primera votación la modificación del Código Penal, a fin de aplicar la cadena perpetua para los violadores de menores de 14 años; así como la castración química cuando el juez así lo decida.
La aplicación de la cadena perpetua fue aprobada por unanimidad; mientras que la castración química tuvo más de 20 abstenciones y siete votos en contra, por lo que su aprobación en segunda votación quedaba pendiente.
Finalmente la Comisión Permanente decidió retirar del texto que se aprobó ese 17 de mayo la “medida complementaria de la castración química” para quienes cometan ese delito.
Sobre el tema, el también exministro de Salud, Luis Solari, reveló este martes que el actual jefe del Instituto Nacional de Salud (INS), Víctor Suárez, lideró un grupo de trabajo en el 2018 para elaborar una terapia hormonal para agresores sexuales con desórdenes parafílicos.
“Una de las conclusiones dice que la evidencia disponible es escasa y de baja calidad sobre la eficiencia de la terapia hormonal en pacientes con desórdenes parafílicos, con alto o bajo riesgo de agresión sexual”, mencionó.
Solari afirmó por lo tanto que ya el mismo Ministerio de Salud ha señalado que existe baja evidencia de que esto (la castración química) pueda funcionar.
Según informó el ministro de Justicia Félix Chero, hasta enero del 2021 había 9 mil 674 personas sentenciadas (por violación sexual a menores), lo que representa el 11.15% de la población carcelaria.
“Nosotros estimamos que en el Perú se cometen entre 700 a 800 casos anuales de violación de la libertad sexual de menores de edad”, reveló.
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