La noticia de la semana ha sido el indulto de Alberto Fujimori y en qué medida va a influenciar en lo que pueda pasar el próximo 28 de marzo, día en que ha sido citado el presidente Pedro Castillo para ver si lo vacan o no. Por tal motivo, Trome conversó con el politólogo Carlos Meléndez, quien nos aclara el panorama.
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Carlos, el premier Aníbal Torres dijo que el presidente Castillo tuvo la intención de convocar a nuevas elecciones, ¿eso quiere decir que iba a renunciar?
Eso quiere decir que nos quiere proyectar la idea de que Castillo puede ser como Vizcarra, alguien capaz de ‘pechar’ al Congreso, pero al final no hemos tenido a un Vizcarra, pero tampoco hemos tenido a un comunista. Está espantando los fantasmas tanto del comunismo como del vizcarrismo.
¿Crees que fue una estrategia?
Sin lugar a dudas, fue una estrategia para presentarse como un mal menor. No soy Cerrón que busca una Asamblea Constituyente, ni soy un Vizcarra que va a ‘pechar’ al Congreso. Este fue el mensaje que nos quiso dar.
Diversos analistas consideran que el gobierno de Castillo está en agonía, pero el indulto de Fujimori le ha lanzado un ‘salvavidas’. ¿Lo ves de esa manera?
Si el presidente es capaz de liderar el antifujimorismo movilizado detrás de la decisión del Tribunal Constitucional, puede beneficiarse de una movilización social y recuperar terreno en la calle que estaba bastante fría.
A propósito, ¿qué repercusiones políticas va a tener la libertad de Alberto Fujimori en el corto plazo?
Vamos a continuar con la polarización. El apellido Fujimori es un apellido que va a polarizar hasta después de la desaparición de Alberto Fujimori. Vamos a seguir pensando la política en términos de fujimoristas y de antifujimoristas.
Entonces estratégicamente a Castillo ¿le conviene aliarse con las protestas de los antifujimoristas?
Estratégicamente le conviene rearticular un bloque de centro izquierda o de izquierda en general y el antifujimorismo le da esa capacidad de cohesión. Las bases sociales del presidente todavía están en el sur y en los sectores socioeconómicos bajos. Sectores que precisamente son antifujimoristas.
El tema de la segunda moción de vacancia se va a ver este 28 de marzo. ¿Qué crees que va a suceder?
No existen por ahora los votos necesarios para que la vacancia del presidente prospere, eso significa que puede ser una victoria del gobierno. El presidente puede salir beneficiado de otra vacancia infructuosa, salvo que aparezca algún megaevento o algún gran escándalo que sí desprestigie la imagen presidencial.
La lobista Karelim López ha revelado en la Fiscalía que el presidente la llamó para dar un mensaje a Pacheco y se tranquilice. ¿Le crees?
Tiene que mostrar las pruebas. Una colaboradora eficaz tiene que ser más eficiente que simplemente sus declaraciones, pero sí obviamente ha sembrado bastantes dudas, aunque no sabemos si es que a Palacio de Gobierno ha llegado un rondero o una banda de abigeos.
También ha dicho Karelim que Castillo dirige una mafia que opera en el Ministerio de Transportes y direcciona licitaciones…
Un presidente que no pertenece a partidos políticos, sino que ha logrado articularse con intereses particulares es muy posible que, para su supervivencia, pero también para pagar favores, haya establecido algunas camarillas no necesariamente políticas, sino también con otros intereses en algunos ministerios. Yo sí veo eso como una posibilidad a investigar.
Si Bruno Pacheco se convierte en colaborador eficaz, ¿puede hacer caer a Castillo?
Para que Castillo caiga se necesita un megaescándalo, un audio, un video, chats de WhatsApp que lo involucren directamente en haber cometido delitos o faltas graves. Sin ello es improbable que escale una destitución presidencial.
¿Cómo ves la labor que está haciendo el Congreso? ¿Está midiendo fuerzas con el Ejecutivo?
El Congreso está jugando al empate. Hay un sector del Congreso que piensa que puede destituir al presidente, pero ha dejado a un lado toda una agenda a favor de la población. ¿Dónde están las propuestas legislativas del Congreso en un escenario post coronavirus? Esa agenda donde el Congreso tiene que sintonizar con la gente la ha dejado abandonada por jugar al empate con el Ejecutivo.
Algunos piden vacancia, otros que renuncie, tu olfato político ¿qué te dice que va a suceder en el Perú este año?
Este año al menos yo veo todavía probable la permanencia de Castillo porque está protegido con los votos que le da Perú Libre y que le dan también las bancadas bisagras como Alianza Para el Progreso y los ‘Niños’ de Acción Popular. Mientras haya elecciones subnacionales donde Somos Perú, Alianza Para el Progreso y Acción Popular tengan intereses en juego, van a tender a seguir ‘blindando’ al presidente.
Se ha denunciado la existencia de congresistas llamados ‘Niños’. ¿Consideras que se está comprando votos para evitar la vacancia?
Considero que se está haciendo clientelismo. El presidente ha aprendido la lección de Vizcarra que tiene que estar protegido en el Parlamento, por lo tanto, más allá de la coalición de izquierda, tiene que hacer clientelismo, tiene que dar ciertas prebendas para protegerse y evitar que la oposición logre conseguir los votos requeridos para una vacancia.
Tú dictas clases en una universidad chilena, ¿cómo perciben a Castillo allá?
Yo creo que en general el presidente Castillo ha ridiculizado la imagen del hombre del pueblo. En el Perú nos ha gobernado un político profesional, un militar, un empresario, un gobernante regional. Ahora nos gobierna alguien que dice representar al hombre del pueblo, pero sus declaraciones públicas lo único que hacen es ridiculizar esa imagen. Los hombres del pueblo en el Perú distan mucho de ser como Pedro Castillo.
En las encuestas Castillo tiene cerca del 70% de desaprobación. ¿La calle está resignada a convivir con él?
La calle está dividida. Mientras la calle siga dividida entre fujimoristas y antifujimoristas no va a tener el calor suficiente como para poder promover e indignar lo suficientemente a la opinión pública en contra de alguien que, como vemos día a día, está destruyendo la capacidad estatal.
Los voceros del gobierno dicen que la oposición no ha superado la derrota electoral y por eso desde el primer día gritan vacancia. ¿Qué opinas?
La oposición tiene que ser más inteligente y no jugar solamente la carta de la vacancia, tiene que construir liderazgos propios. Hoy la oposición no tiene un liderazgo que pueda convocar a la ciudadanía. La oposición peruana se ha convertido en la oposición venezolana más rápidamente que Pedro Castillo se haya convertido en Hugo Chávez.
¿Qué concepto tienes del congresista Roberto Chiabra?
Tiene una estrategia que va más allá de la dimensión militar. Es un estratega político también. Lo que requiere es un partido político, un movimiento que logre expandir estas habilidades positivas que ha demostrado hasta ahora.
Hay mucha gente que votó por Castillo y ahora está decepcionada. ¿Tú esperabas algo mejor de su gestión?
El peligro principal de Pedro Castillo siempre ha sido su amateurismo, obviamente hay un riesgo por ser alguien radical, es un populista antiestablishment, pero el principal riesgo de Castillo siempre ha sido el ser muy novato, el no tener experiencia política, en gestión pública. A la economía de mercado y al Estado peruano no solamente se le hace daño desde el socialismo radical o desde el comunismo. Se le hace daño también desde el amateurismo y eso es lo que representa Castillo.
Tenemos un ministro que tiene hasta dos acusaciones por homicidio, ¿por qué hemos llegado a estos niveles?
Porque la altura moral de los cuadros políticos no importa, lamentablemente. No hemos formado cuadros políticos con capacidad y con solvencia tecnocrática, ni tampoco con un prestigio personal, una estatura moral. Hemos caído, creo yo, al nivel más bajo posible de reclutamiento de la clase política.
¿Qué tanta influencia tiene Cerrón con Castillo?
Yo creo que Cerrón le está haciendo algo así como un Marx planning a Castillo. Eso significa que lo está tratando de guiar siempre por los caminos del marxismo, leninismo o el socialismo del siglo 20, mientras que Nuevo Perú trataba de guiar a Castillo por los caminos del siglo 21, pero creo que Pedro Castillo se quedó más en el siglo 20 que en el 21.
¿Cómo calificarías a este gobierno?
Es un gobierno amateur, antiestablishment, populista, cortoplacista y que lamentablemente hasta ha ridiculizado la imagen del hombre del pueblo.
¿Qué salida le ves al país ante tanta incertidumbre política?
Tenemos que despolarizarnos. Construir el centro es una utopía, no va a pasar de la noche a la mañana. Tenemos que dejar de enfrentarnos entre peruanos. No todos los que están a la derecha son golpistas, ni todos los que están en la izquierda son ‘terrucos’. Hay que dejar de ‘terruquear’ y dejar de ver golpistas en todas partes. Si es que empezamos a despolarizarnos podemos construir un mínimo de convivencia.
Gracias Carlos y ojalá que el Perú logre de una vez por todas la estabilidad política que necesitamos y enrumbar por el camino de la prosperidad…
Ojalá así sea, querido Oscar.
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