La polémica se armó en el Cementerio General de San Vicente, Cañete, por una razón que podría ser sorprendente para muchos. Tal como indicó el noticiero 24 Horas, un trabajador del camposanto se negó a enterrar a un fallecido porque los familiares, con el cajón, habían llegado tarde.
El acto debió hacerse a las 2 de la tarde pero los familiares del occiso, quien en vida fue Santiago Simones Canales, acudieron recién a las 5.
El trabajador a cargo del pabellón donde don Santiago iba a descansar se negó a abrir la reja y permitir a los familiares despedirse del caballero. El tema se puso picante ya que no pocas personas fueron al acto.
Entre gritos y mucho desorden, la Policía tuvo que actuar de mediadora. Al final, el empleado del cementerio no tuvo más opción que hacerle caso a los allegados a don Santiago.
"Por el semáforo, por todas esas cosas, no se puede venir 'corriendo'. Siempre hay un percance", dijo una señora al noticiero.