Con flores, velas y hasta ollas gigantes de comida, miles de fieles visitaron ayer la tumba de Sarita Colonia en el cementerio Baquíjano del Callao, en homenaje a los 77 años de su muerte. Desde tempranas horas, el santuario estuvo repleto de devotos, que formaron largas colas para ingresar.
“Siempre recuerdan a mi tía. Hace unos meses vino el actor Carlos Álvarez. En esta fecha especial, le he pedido para que se solucione la crisis política del país y se acuerden de los pobres”, contó a Trome su sobrino Arturo Colonia (60), quien cuida y limpia su mausoleo desde hace más de 20 años.
Los devotos llegaron de todas partes de Lima, hasta de provincias, como Roberto Sánchez, un exrecluso que tenía tatuado en el pecho el rostro de la Sarita.
“Vengo de Cañete. Me volví su seguidor en el 2001. Le pedí que me ayudara a salir del mal camino y me concedió el deseo, por eso le puse Sarita a mi hija”, indicó.
CARAPULCRA
En señal de agradecimiento por los milagros concedidos, algunas familias llevaron llaveros, mazamorras y ollas gigantes con arroz con mariscos, pollo al horno y carapulcra para repartir a los fieles. “Preparé la carapulcra con mis hijos. Tiene chanchito y gallina. Lo estoy regalando con su gaseosa y cerveza bien helada”, dijo Ana Romero, de Puente Nuevo.
Los devotos más pequeños fueron sorprendidos con los juguetes que llevó Erickson Guerra, de San Martín de Porres, como regalo de Navidad.
ASÍ ES LA COSA
* Sarita Colonia falleció en 1940 por paludismo y fue enterrada en una fosa común.
VOLVER A LA PORTADA DE TROME.PE
Si te interesó lo que acabas de leer, puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter, y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.