Alejandro Cárdenas (43), miembro en actividad de la Marina de Guerra del Perú, había llegado a casa de sus padres y otros familiares para visitarlos, pero antes de tocar la puerta fue baleado tres veces en la cabeza por un sicario que lo estuvo esperando y que, para no despertar sospechas, habría comprado una bolsa de pan, en el Callao. La víctima murió a los minutos.
A bordo de su automóvil, el hombre llegó a las 6:05 de la mañana al frontis de la vivienda ubicada en el jirón Concha Arévalo, primera etapa de la urbanización Albino Herrera.
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“Han esperado que baje del carro y a la altura de la maletera le dispararon en la cabeza. Habría sido un encapuchado. No le robaron nada”, dijeron testigos.
La víctima cayó a la pista. A un lado quedaron las llaves que tenía en la mano.
El autor de los disparos corrió media cuadra hasta la avenida Pacasmayo y se perdió en medio de las personas que había en un paradero.
Los vecinos llamaron por teléfono a la comisaría ‘Juan Ingunza’ para que sus agentes acudieran al lugar o realizaran un operativo de búsqueda.
“Los policías llegaron una hora y 10 minutos después y se llevaron al hospital el cuerpo del señor fallecido sin presencia del fiscal. Ellos dijeron que aún estaba vivo”, denunciaron.
De acuerdo a testigos, el pistolero llegó antes que su víctima y lo espero. Incluso, habría comprado pan y se sentó en la vereda a media cuadra del predio.
“Dicen que antes del crimen vieron merodear una moto sin placas y un carro rojo”, precisaron.
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Cámaras de seguridad particulares habrían grabado lo que sucedió antes, durante y después del homicidio.
Policías del Depincri investigan el móvil.
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