César Ignacio Balbín mira atrás y se enorgullece del gran esfuerzo que hicieron sus padres para avanzar y darle una mejor calidad de vida. Por eso, ahora rinde tributo a esas enseñanzas que lo convirtieron en un exitoso emprendedor y licenciado en Administración de Empresas.
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“Nosotros fuimos ambulantes, mi mamá Nelly empezó vendiendo fresas en una calle de La Molina Vieja. Luego alquilamos un pequeño local como bodega, después mi padre compró un terrenito que fuimos construyendo poco a poco, hasta los tres pisos que tiene ahora y donde funciona el ‘Minimarket Don Ignacio’”, contó emocionado este pujante comerciante.
Mantener un negocio a flote tiene sus altas y sus bajas, por eso refiere que durante la pandemia vivieron uno de los momentos más prósperos en el negocio. “Fue una etapa muy difícil, tuvimos que cuidar mucho a mis padres (Pedro y Nelly); sin embargo, creo que también se convirtió en una de las mejores porque nos adaptamos e implementamos entregas por delivery y también herramientas tecnológicas. Nos fue bien, aunque tuvimos algunos contagios que no pasaron a mayores”, recordó.
CONSEJO DE ORO
De otro lado, César Ignacio recomendó a los nuevos emprendedores no decaer en su lucha diaria. “El secreto del éxito en cualquier empresa es perseverar y ofrecer una excelente atención al cliente, porque la competencia es dura. Si las personas se sienten especiales regresarán siempre porque tus productos son los mejores y los atendieron muy bien, la idea es fidelizar a la clientela”, aconsejó este bodeguero de La Molina.
‘Minimarket Don Ignacio’ continúa creciendo y alista en el segundo piso de su local la pronta inauguración de un bazar y otro local alquilado con un nuevo giro.
DATITO
Dedica un tiempo para conocer a tu competencia y puedas ofrecer productos novedosos, de buena calidad y a precios justos para distinguirte. Tus clientes lo agradecerán regresando con mucha más frecuencia.
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