Ocurrió en el aeropuerto Internacional Jorge Chávez. Un vuelo con destino a México se retrasó cerca de cinco horas, luego de que un grupo de pasajeros afirmara que portaba una bomba. Así como lo lees.
Según una de las aeromozas de la aerolínea mexicana Interjet, tres pasajeros, autores de la falsa alarma, le pidieron un vaso de agua para calmar los nervios porque iba "a morir".
"Necesitamos dos vasos de agua para tomarnos unas pastillas porque estamos locos y es para los nervios porque nos vamos a morir y vamos a volar el avión", fue lo que le dijeron los pasajeros.
Eso fue suficiente para que la aeromoza reportara el hecho y los agentes de la Policía Nacional del Perú llegaran hasta el lugar para revisar el avión.
Más adelante, se identificó al autor de la falsa versión como Daniel Demetrio, un peruano de ascendencia húngara.
¿Qué ocurrió después? Se notificó el caso al Ministerio Público. Demetrio y sus padres fueron llevados a la comisaria del aeropuerto, y por supuesto, se les canceló los pasajes.