Ni la pandemia ni la crisis económica han podido vencer el espíritu emprendedor de María Antonieta Zárate García, quien por ironía del destino inauguró su , en San Miguel, el día en que empezó la cuarentena general en el país por emergencia sanitaria.

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“Fue curioso por decirlo de algún modo, pero mientras en la noche estaba preparando todo para la inauguración, escucho al expresidente Martín Vizcarra decir que nadie sale a la calle, que todos los comercios estarían cerrados, con la excepción de bancos, farmacias y bodegas”, recuerda.

Pero esta madre de familia, en vez de desanimarse, vio en este panorama sombrío para muchos una oportunidad para hacer despegar su negocio.

“Decidí continuar, no podía quedarme con toda la inversión hecha. Como recién empezaba, yo misma tenía que ir a comprar mis productos a La Parada y a los grandes almacenes para surtir la tienda. Iba rezando y muriéndome de miedo para no contagiarme, pero tenía que seguir con mi trabajo”, manifiesta ahora doña María, quien esboza una ligera sonrisa al rememorar el trabajo realizado en esos momentos tan duros para todos.

La dueña cuida cada detalle en su tienda. Foto: Allen Quintana
La dueña cuida cada detalle en su tienda. Foto: Allen Quintana

La comerciante siguió remando y poco a poco, con mucho esfuerzo, logró captar la atención del público con una buena atención y servicios a domicilio.

“Las personas no podían movilizarse, no querían ir ni siquiera a los mercados para evitar aglomerarse, ahí entramos a tallar las bodegas. Fuimos los más próximos a la gente. Así logré posicionarme y empecé a tener más clientes. Mi bodeguita creció en pandemia y eso me impulsaba a seguir”, indica.

CLIENTES CONTENTOS

La calidad de sus productos es importante para ella. Vive pendiente de las fechas de vencimiento y de que la tienda sea regularmente desinfectada.

“Atiendo a mis clientes como a mí me gustaría que me atiendan. Quiero que mis vecinos se vayan contentos y seguros de que les estoy ofreciendo un buen producto y al mejor precio”, afirma.

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Revela que para fidelizar a sus clientes les da un buen trato, acepta que paguen con Yape, Plin, tarjetas y promesas.

“Y nunca digo que no tengo sencillo, siempre les cambio dinero así vengan por algo de dos soles y paguen con 50″, confiesa.

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Incorpora el pago con POS, esta herramienta es clave para potenciar tus ventas. Al ofrecer diferentes formas de pago harás que tu bodega sea más reconocida.

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