La sonrisa que esbozan cinco menores en una de las mesas de la Comunidad de Niños Sagrada Familia irradia mucha calidez. Su júbilo ha aumentado desde que fueron seleccionados dentro de un grupo que podrá ver jugar por primera vez a la selección peruana. Un sueño que se cumplirá y que tiene detrás el incansable esfuerzo del hermano Miguel Rodríguez-Candía, quien desde hace décadas realiza una desprendida labor por cientos de menores en riesgo.
Esta pequeña asociación fue fundada por Miguel Rodríguez-Candía en 1988 e inició luego de una tragedia familiar. Pese a ello, él transformó su dolor en una oportunidad para ayudar a niños que no contaban con los mismos recursos, albergando, educando y guiando a miles de menores desde entonces.
Conoce la historia del hermano Miguel Rodríguez y su Comunidad de Niños Sagrada Familia.
“A nosotros lo que nos ayuda es saber que podemos ser felices, eso significa poder estudiar y tener la oportunidad que no tuvieron en su tiempo. A mí me motiva mucho que en su tiempo me ayudaron y tengo que ayudar. Hay que buscar un mundo más equitativo y eso es a partir de la educación, el deporte y los valores. No es a partir del Congreso ni de las cosas que hacen por allí, sino es a partir de nuestro esfuerzos. Que apuesten por niños que tienen cero posibilidades en un mundo real”, aseguró.
Tras ello, destacó la importancia del deporte rey como instrumento para enseñarles valores a los pequeños. “El fútbol permite jugar en equipo, donde si funciona todo es como un reloj suizo. Nosotros vamos (al partido con Nicaragua) con la ilusión de ver un equipo funcionando, a enseñarles a estos niños de que es tan importante el arquero como el que pasa la pelota. La ilusión que tenemos de poder verlos. Si a mí, viejo y arrugado me genera una sensación de estar allí y gritar gol, ¿qué será de estas criaturas que nunca han ido al estadio? Va a haber mucha emoción”, agregó el hermano Miguel Rodríguez.
‘NIÑOS BANDERA’ PODRÁN VER A PERÚ POR PRIMERA VEZ
Flor, Jean Pierre, Jhampier, Donovan y Jhonatan son algunos de los niños de la comunidad que podrán ver a sus ídolos de la selección peruana desde las gradas esta noche durante el amistoso ante Nicaragua. El entusiasmo aflora en ellos al saber que estarán en un estadio viendo jugar a la ‘Bicolor’ por primera vez.
Menores de la Comunidad de Niños Sagrada Familia podrá ver jugar a la selección peruana por primera vez.
Ellos coinciden en que Paolo Guerrero, Pedro Gallese o Gianluca Lapadula son sus referentes por los esfuerzos realizados dentro de la cancha. “Me gustaría ver a Lapadula porque me impresiona verlo jugar. A veces quisiera ser como él, pero en versión femenina”, resalta Flor.
COMUNIDAD RECIBE IMPORTANTE RESPALDO
En otro momento, el hermano Miguel también agradece el apoyo de la empresa privada para sacar adelante a su comunidad de niños. La compañía Repsol es una de las empresas que les brinda soporte y elogian su inagotable labor con los niños.
“El hermano Miguel trabaja incansablemente para darle las mejores condiciones de vida a los más de 1,000 niños que educa. No solo les brinda la posibilidad de estudiar, también les da alimentación y una formación en valores que les permite ser mejores personas. Cuando visitas la Sagrada Familia en Ventanilla, encuentras un Oasis de alegría, con niños educados y luchadores, que además del programa de estudios tradicional, aprenden oficios como carpintería, soldadura, panadería, reciclan plástico, embotellan agua, hacen queso y muchas cosas más. El hermano Miguel los inspira a superarse”, asegura Tine van den Wall Bake Rodríguez - Gerente Sénior de Sostenibilidad y Gestión Social de Repsol Perú.
Tine van den Wall Bake Rodríguez, Gerente Sénior de Sostenibilidad y Gestión Social de Repsol Perú, junto a niños de la Comunidad de Niños Sagrada Familia.
“Vamos a seguir brindando apoyo a Sagrada Familia a través de nuestros Programas Sociales. Adicionalmente, los empleados de Repsol nos hemos involucrado de manera personal, apoyando a los niños en ocasiones especiales y es un vínculo que esperamos mantener”, añadió.
Y así, todo va quedando listo para el emotivo momento que vivirá este grupo de niño, quienes -junto al hermano Miguel- dejan su comunidad por unas horas para poder cumplir uno de sus sueños al ver a la selección peruana. Las sonrisas vuelven a esbosarze en sus rostros. Sonrisas merecen permanecer por 90 minutos y mucho más.
TE PUEDE INTERESAR
- “El ángel futbolero del Rímac”: Alan Espinoza, amigo de Guerrero y Farfán, busca niños talentosos con el balón y da clases gratuitas
- ¿Cómo sé si mi hijo sufre acoso escolar o bullying? Cuatro señales para estar alerta
- ¿Sabías que la musicoterapia mejora las habilidades de los niños con autismo?
