Una de las danzas más hermosas del Perú, la marinera, se engalana aún más con la gracia, destreza y amor que le pone una joven peruana, que acaba de ser coronada Tricampeona Nacional y Mundial de Marinera del concurso del Club Libertad de Trujillo, en la categoría junior. Trome conversó con Astryd Vargas, quien nos habla de su pasión por esta danza, Patrimonio Cultural del Perú, y muestra también su arte para el ballet, su gusto por el reguetón y más. ¡Toda una bailarina!
Sigo con la marinera. Después de la competencia que ha sido este año, como logré ganar el campeonato, tengo que seguir en ritmo, seguir entrenando para las presentaciones durante todo el año, dentro del país como Lima y Trujillo y en el extranjero también, como Estados Unidos y Europa. Son bailes de exhibición. A la par sigo también clases de otros tipos de baile.
Tengo 17 (años), terminé el colegio el año pasado.
Empecé chiquita, en realidad empecé imitando a mi hermana Flavia, ella también empezó a bailar marinera desde pequeña. Mi mamá vio que me gustaba y decidieron ponerme a academia desde los tres años y y el gusto fue creciendo.
Varía, pero en promedio tres horas al día. Si durante el mes se acerca una competencia o una presentación como campeona, son más horas al día o a la semana, por los ensayos de pareja e individual.
Es balanceado, entre marinera y otras danzas como el ballet.
Norteña. La verdad es que nunca he probado el estilo limeño, pero sí me gustaría probar diferentes estilos para aprender nuevas habilidades en este mundo de la danza.
Sí. Me gradué el año pasado, estudié en la Escuela Nacional Superior de Ballet. Terminé el FAD (Formación Artística Temprana), que son seis años en los he podido competir, ser parte de delegaciones, ganar. He ido a Dinamarca y Colombia como parte de la delegación de la Escuela. Ahora sigo clases.
Mi mamá, Rosa, es muy aficionada al baile, aunque nunca ha competido, pero es la que más nos ha apoyado. A mi papá, Santiago, también le gusta, aunque no es tanto de bailar. A él le encanta más vernos bailar.
La familia de mi papá es norteña, mi abuela paterna es chiclayana y una parte de Trujillo. De mi mamá son de Lima.
Son administradores y trabajan en una empresa familiar.
Sí, sí, además que por las presentaciones he tenido varias oportunidades de ir a Chiclayo y más a Trujillo.
Sí, claro, estaré este 22 de marzo con la marinera, en Plaza Norte.
La verdad, me siento yo misma. Bailar marinera me hace feliz, lo disfruto mucho, incluso me desestresa. Aprecio mucho la danza. He probado otros estilos también. Y con mi pareja de baile, Mauricio Cárdenas. nos ponemos de acuerdo para que nos entendamos en el baile; hay química y estamos en sincronía.
Con Mauricio llevamos bailando dos mundiales, es decir, dos de estos concursos nacionales y mundiales que se realizan una vez al año. Con él hemos campeonado este año y en el anterior mundial el tercer lugar.
Lo tomo de forma profesional y siento que me gusta. Por más que uno tenga habilidades, hay que esforzarse, trabajar duro. Me gustaría en algún momento tener mi academia y a la par, seguir carrera universitaria, balancear entre mi vida artística y académica.
Sí, postulé el año pasado e ingresé a comunicaciones en la UPC.
Rezar, pedimos para que nos vaya bien el concurso. Siento que me da más confianza y con mi pareja también nos da más motivación. También, con mi mamá siempre nos tomamos de las manos y con mi pareja lo hice este año. Además, antes de bailar pienso en mi abuela paterna que falleció hace unos años.
Tengo muchas, pero si tengo que elegir: 50 años de tradición, Cuál es mejor y A Golpe del cajón.
Sí, dentro de la escuela de ballet enseñaban música, baile contemporáneo. Estoy llevando clases y me gustaría combinarlo con algo de acrobacia.
Sí, años atrás he bailado diferentes tipos de baile, incluso en tiempos libres de verano y en el colegio: festejo, reguetón, frestyle,
Sí, la verdad que sí, me llama bastante la atención también.
(risas) Claro. Yo creo que un bailarín o bailarina es multifacético, apto o capaz de desenvolverse en cualquier tipo de baile.
Bueno, a los más conocidos: Rauw Alejandro, Bad Bunny
Si. Cuántas veces se me ha atascado el pañuelo, se enganchó un arete largo en la falda, la blusa o la banda. También he competido con fiebre o con el piso muy resbaloso que ha hecho resbalar y caer a mi pareja
La falda.
Claro que sí. Así sea una persona adulta, también puede aprender y realizar no solo baile sino cualquier otra cosa.
A algunas personas se les va a facilitar, a otras le vas a costar un poco más, pero igual pueden estar al mismo nivel o incluso superar. Es cuestión de confianza, disciplina, responsabilidad y compromiso.
Importante, importante… como requisito, no. Lo que si considero importantísimo es el respeto y que me quiera realmente. Muy aparte de si hace lo sino que me gusta. Además, el baile se puede arreglar, es superdivertido.
No (risas). Por ahora no. Cuando llegue el momento. Por ahora lo veo a futuro, estoy centrada en lograr mis objetivos personales y ya después o en el camino quizás…
El baile me encanta, pero también tiene tiempos de estrés porque lo tomo como algo casi ya profesional y hay competencia fuerte. Me entretengo saliendo con mis amigos (9:47) ¿No? (9:48) Hacer planes con mis amigos (9:50) Jugar con mis amigos, y me gusta el canto, la actuación, todo lo que tiene que ver con arte. Y lo más reciente que he realizado es unas cuantas clases de equitación. Me gusta hacer cosas nuevas. También probé clases de tenis.
Exacto, todo lo que tenga que ver con actividad y arte.
Los videojuegos no mucho; pero cine sí.
En salsa, mi papá hace unos años se puso a clases de salsa, me enteré y me puse también a bailar con él. Me encantó.
Sí.
No, no, no (risas) de ninguna forma. Soy de las más sociable, la que saca a todos a bailar.
Sería un plus. Si me acompaña a bailar y es así extrovertido sociable, sería genial. Pero no lo considero requisito.
Al menos lo básico, lo básico (risas).
Cumplan sus sueños. Cuando era pequeña veía todo esto súper lejano, pero las cosas van sucediendo, te van sorprendiendo y en el camino vas viendo que eres capaz, que todos tenemos potencial, solo hay que esforzarse. Trabajar duro con disciplina y compromiso por lo que quieres.
No limitarse, buscar siempre aprender sin olvidar que incluso de malas experiencias se saca algo bueno, que ayudar e hizo aprender.
Si uno se limita, solo va a llegar al tope que pensó en un inicio, si ampliamos nuestra visión veremos que podemos lograr muchísimas cosas más.
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