Decidió mantenerse en un sospechoso silencio. Marco Antonio Ortiz Hidalgo (37), el chofer del bus de la empresa Rey Latino que cayó a un barranco de 200 metros de profundidad en Arequipa, dejando 44 muertos y 24 heridos, se niega a decir una sola palabra sobre las causas de la tragedia. La fiscalía viene evaluando la solicitud de prisión preventiva.
Minutos después de ser rescatado, Ortiz Hidalgo afirmó ante un policía de Carreteras que fallaron los frenos del vehículo de dos pisos de placa B9Y-956, cuando iba de bajada en una curva a la altura del kilómetro 780 de la Panamericana Sur, en el distrito de Ocoña, en Camaná. El bus se estrelló contra la baranda de seguridad, la rompió y cayó al vacío, regando el cerro de cadáveres y heridos.
Ortiz fue trasladado al hospital de Camaná (Arequipa) y de allí derivado al hospital Metropolitano de Essalud, adonde ayer acudió un fiscal de Arequipa para tomar su declaración, pero se negó a hablar.
Desde Camaná, el fiscal Luis Supo Ramos evaluaba solicitar la prisión preventiva para Marco Ortiz por los presuntos delitos de homicidio culposo y lesiones culposas. Además de no contar con su manifestación, tampoco ha recibido un informe preliminar de la Sección de Investigación de Accidentes de Tránsito de Camaná.
Algunos pasajeros que estuvieron despiertos al momento del accidente, indicaron que no sintieron que fueran a gran velocidad.