La cultura ancestral de China se apoderó de las calles de Lima. Miles de personas se apostaron en la calle Capón, ubicado en el corazón de la capital para festejar el inicio del Año Nuevo Chino, más conocido como el 'Año del perro'.
Ni el inclemente sol, evitó que los limeños, así como turistas, disfrutaran de esta fiesta de colores. Todos esperaron por horas la tradicional danza de la prosperidad de los leones y dragones chinos.
Los comercios del lugar estaban preparados para tan honrosa visita: en lo alto de sus entradas colocaron frescas lechugas para que los hambrientos leones se la demoren y de esta manera, garanticen la abundancia.
Con bambú en la mano, conocido como la ruda china, así como diversos amuletos en forma de perro, los presentes bailaron al ritmo del bombo y los platillos chinos, que eran el marco ideal de los movimientos de los leones y dragones.
El tusán John Choy pasó gran parte del día realizando oraciones y rituales a los transeúntes para que les vaya bien en el amor, dinero y salud.
"Este año vamos a tener oportunidades para consolidar muchas cosas. Dependerá de nosotros hacerlo o no", dijo a Trome,pe
Desde muy temprano, los leones y dragones salieron del templo chino, ubicado en el jirón Paruro. En las afueras ya decenas de personas los esperaban ansiosos por tocarle la 'cola al dragón', pues según los conocidos, 'esto traería suerte'.
Después los acompañaron en caravana durante su recorrido por las calles de Lima. Niños y adultos participaron de esta fiesta con gran entusiasmo y esperanza.