Cuando Pall Sigurdsson y sus amigos se dirigieron a una expedición de buceo de profundidad en las aguas de Indonesia en diciembre pasado, no tenían idea que acabarían protagonizando un video viral de YouTube al ayudar a una pequeña criatura marina a hallar un nuevo hogar.
Mientras exploraban el fondo oceánico, Sigurdsson se topó con un diminuto pulpo reticulado (Amphioctopus marginatus) que se había refugiado dentro de un vaso de plástico transparente, uno de los millones de desperdicios que el hombre arroja al mar, informó el portal The Dodo.
Y es que el recipiente, en vez de servirle como protección, convertía al cefalópodo en un blanco fácil para cualquier depredador en busca de alimento, volviéndose también en un riesgo potencial si llegaban a ingerir el vaso plástico.
Fue entonces que el equipo de apneístas que grabó el video viral de YouTube puso manos a la obra y pasó el resto de su expedición buscando diversas conchas a fin de ofrecérselas gentilmente al pulpo para que se “mudara” a la que más le gustara.
Pese a que sus intenciones eran buenas, el tiempo era un factor ya que su suministro de aire estaba a punto de acabarse pero afortunadamente el cefalópodo eligió una concha que se adecuaba a sus necesidades.
Si bien el pulpo ahora se encuentra a salvo, la contaminación de los océanos sigue siendo un problema serio ya que cada año se arrojan al mar entre 4.8 hasta 12.7 toneladas métricas de plástico, que ponen en riesgo la vida de una gran cantidad de animales marinos.