Sapporo, capital de la isla montañosa de Hokkaido en el norte de Japón, acogió la competencia olímpica de los 50 kilómetros de marcha. Si bien esta tuvo como ganador al polaco Dawid Tomala, la atención fue acaparada por el ecuatoriano Claudio Villanueva (33).
El atleta hizo noticia por completar la carrera en el último lugar. Tal como mostró la señal internacional, el marchista no pudo evitar llorar de emoción al llegar a la meta
Al verlo así, varios asistentes técnicos se le aproximaron con agua, toallas y hasta con una silla de ruedas. Villanueva solo optó por alejarse de ellos sin decirle palabras claras.
Luego de unos segundos, un miembro de la delegación ecuatoriana se acercó y abrazó al deportista. Posteriormente se conocería que había sufrido una lesión durante la carrera.
Claudio Villanueva ha tenido una vida marcada por eventos trágicos. Dos años después de que iniciara sus entrenamientos de la mano de Luis Chocho, su padre desapareció en una zona montañosa de Cuenca llamada El Cajas.
El atleta, quien tenía 19 años cuando ello ocurrió, no ha desmayado en su búsqueda. “Papi, si estás vivo, para ti va esta medalla”, dijo tras ganar una presea en los Juegos Panamericanos de Lima (2019).
Debido a la falta de apoyo, Villanueva dejó Ecuador y viajó a España, donde empezó sus entrenamientos como becario en el Centro de Alto Rendimiento en Barcelona.
Por muchos años, él representó a dicho país europeo, del cual es oriundo su papá. “Soy el primero de esta carrera de los que han nacido en Latinoamérica, pero represento a España, gracias a mi padre que es español”, dijo en el Mundial de Atletismo de Moscú (2013).
Cabe mencionar que Claudio Villanueva ha tenido que lidiar con los cuidados de su hijo Santiago, quien padeció parálisis cerebral y ceguera en su niñez. Hace poco, él sufrió un problema gastrointestinal de consideración.
Según contó en una entrevista, tanto su vástago y como su pareja, Grace, son su motivación para completar todas las carreras en las que participa.
Contenido GEC