Rendirse nunca fue una opción para Joe Salazar y así lo ha demostrado durante una batalla persona durante los últimos años. Y es que, después de haber recibido una trágica noticia vinculada a su salud, esta persona nunca tiró la toalla y decidió luchar hasta el final para combatir el Parkinson que le diagnosticaron desde cuando era joven. Este sujeto agotó todos los esfuerzos para tener una mejor calidad vida al mismo ritmo de cualquier otra persona sana.
El hombre originario de México fue diagnosticado con este mal cuando apenas tenía 25 años y después de haber ido al médico por algunos síntomas que le impedían movilizarse con normalidad. Por lo que dejó su vida paralizada en ese momento, abandonando su sueño de convertirse en auxiliar de enfermería para terminar postrado en una cama a consecuencia de esta enfermedad.
Luego de conocer su estado de salud, Salazar recibió el consejo de viajar a Estados Unidos para someterse a un tratamiento contra este mal, del cual aún podía librar debido a la gran anticipación de su diagnóstico. Y es de esta manera que llegó suelo norteamericano para atenderse, pero las complicaciones empezaron con más fuerza una vez que estuvo en ese país.
El Covid se convirtió en uno de los más grandes enemigos para Salazar en su camino por recuperarse, puesto que, una vez que se contagió, los síntomas se intensificaron y la movilidad para él fue más pesada, terminando inmovilizado en gran parte de su cuerpo. “Covid realmente cambió todo el juego. Casi muero”, dijo en una conversación con People.
Pero tal parece que no todo estaba dicho para él, ya que, si bien sufrió demasiado en este proceso, teniendo una ruptura de muñeca por lo débiles que estaban sus huesos, uno de los especialistas que lo trataba entendió que era momento de someterlo a una operación que le podría regresar la movilidad en su cuerpo y dejaría la rigidez del mismo.
La operación llamada DBS, por sus siglas en inglés, constaba en introducir un dispositivo que envía energía eléctrica al cerebro, logrando así controlar sus sistemas motores. “Es un tratamiento muy efectivo, pero la cirugía no es una cura”, aseguró antes de revelar lo que vivió. Si bien todo era un riesgo para él por las diferentes complicaciones que podían darse, esta intervención cambió su vida.
Finalmente, hace más de dos años Joe fue operado y desde entonces lleva una vida más tranquila debido a los sensores que introdujeron a su cerebro y que envían señales cada cierto tiempo. Según lo asegura él, llegó al hospital en silla de ruedas y salió caminando. “Vine en una silla de ruedas y cuando salí, estaba empujando mi propia silla de ruedas. Fue un milagro, sinceramente. Un milagro”, dijo el buen hombre agradecido con la vida y los doctores.
Por otro lado, luego de operarse esto no terminó ahí, puesto que, esta técnica debía ser acompañada de mucho ejercicio y medicación. “La DBS realmente cambió mi vida, cambió todo. El ejercicio, para el Parkinson, es la medicina número uno para mí. Funciona”, finalizó tras asegurar que su estilo de vida es mucho más sano ahora.
Es una enfermedad crónica neurodegenerativa que ataca principalmente al sistema nervioso, impidiendo que puedas realizar actividades simples debido a los temblores en las extremidades y otras partes del cuerpo. En su fase avanzada genera rigidez y hasta la pérdida del habla fluido.
De acuerdo a ‘mayoclinic.org’, el Parkinson en su etapa inicial presenta algunas señales como expresiones faciales extrañas, movimientos involuntarios de la es extremidades, y la incomprensión al hablar.
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