La reconocida periodista argentina Elisabetta Piqué se encuentran en Ucrania cubriendo la guerra iniciada con Rusia, pero la mujer de prensa se convirtió en el foco de atención cuando tuvo un incidente con su compañero en estudio quien fue muy insistente en darle recomendaciones para protegerse, hecho que la molestó y cuya reacción se convirtió en tendencia en redes sociales como Twitter, sitio donde recibió gran apoyo, denunciando que fue presa de un episodio de machismo.
Piqué es una experimentada reportera que ha cubierto no pocos conflictos bélicos y hoy se encuentra en el país de Europa del Este dando información sobre la más reciente crisis geopolítica que tiene en vilo a occidente.
Una reportera en Kiev
En ese sentido, la periodista estaba realizando un enlace para La Nación desde Kiev, ciudad a la cual arribó desde hace algunos días, usando sus redes sociales para compartir todo tipo de información sobre la recién iniciada guerra.
Todo transcurría con tranquilidad, es decir, relatando las acciones militares que se están llevando a cabo, el cómo vive la situación la población ucraniana, pero pronto comenzaron a sonar las bocinas, un signo inequívoco que iniciaron los bombardeos.
“Esta sirena indica, exactamente, que hay ataques y que, bueno, creo que los voy a tener que dejar para bajar o sino a un subte que hay acá abajo”, se le escucha decir.
¿Machismo o preocupación por su compañera?
En ello, interviene uno de los panelistas en el estudio, Diego Laje, quien de inmediato intenta explicarle a la periodista qué es lo que debe hacer para mantenerse a salvo: “Primero, ¿el hotel tiene estacionamiento subterráneo? Eso es lo primero que debes de buscar. Y lo segundo que tienes que hacer es alejarte de las ventanas; así que entras al lobby del hotel y preguntas si cuentan con un estacionamiento subterráneo para entrar inmediatamente. Eso es lo más conveniente que puedes hacer en este momento. Después, mientras tanto...”
Durante el monólogo, el rostro de Piqué se veía claramente adusto e interrumpe diciendo con voz cortante: “bueno, los saludo, gracias, hasta luego”.
La mujer decide finalizar la transmisión, pero antes de ello se le escucha decir, claramente molesta: “Este pelotudo”, y se corta el enlace.
Usuarios divididos
El video, llegó a Twitter convirtiéndose rápidamente en viral, causando mucha controversia, muchos acusaron de machista a Laje, asegurando que incurrió en “mansplaining”, mientras que otras afirman que el panelista solo mostró preocupación por su compañera de labores.
“Veo que mucha gente acepta la violencia verbal, justificándola. Eso es muy argentino”, “la mujer está en una guerra y sabe hacer su trabajo, tiene más huevos que esos parásitos sentados en una mesa”, “claro, y la corresponsal de guerra no sabe. Por eso, un hombre al otro lado del mundo debe mandarle qué debe hacer ¿Por qué envían mujer sin preparación a Ucrania? Claro, si es mujer, no sabe”, “genia. Este pelotudo intenta enseñarle cómo protegerse a una mujer que ha estado en Afganistán e Irak”, “claro, es súper natural que un boludo que está en un estudio de TV le diga a una corresponsal de guerra, que cubrió el conflicto en Irak, cómo debe hacer ante una alarma de bombardeo”.
Mientras aquellos que critican la actitud de la periodista lo dicen de la siguiente manera: “Le da un consejo, una recomendación. Ella está en Ucrania porque quiso. No puedes, en ningún momento, insultar a alguien que te está dando un consejo porque está sonando una alarma de guerra”, “podría haber una preocupación legítima de los colegas. No es lo mismo de cómo encender un auto que indicaciones de cómo resguardarse de las bombas”, “muy pelotuda es la mina, el tipo quería ayudarla, me parece, y ella no lo entendió o le importó tres carajos”.
¿Qué es el mansplaining?
Esta palabra hace referencia a las situaciones donde un hombre cree (por el hecho de ser hombre) que sabe o entiende más de diversos temas respecto a una mujer, lo que deriva en que deciden dar explicaciones, siempre utilizando un tono condescendiente o hasta “paternalista” cuando la interlocutora no ha pedido tal opinión.
Este término está circunscrito a los llamados “micromachismos”, es decir, situaciones cotidianas, aparentemente inocentes, donde los hombres dejarían por sentadas su superioridad sobre las mujeres, atentando contra la autonomía de estas.