Lucía es una joven de España que se ha vuelto viral en las redes sociales tras contar la divertida anécdota que le ha hecho vivir Pipo, su gato. Mediante un hilo de Twitter, compartió detalles sobre el momento en que descubrió que su mascota se hacía pasar por callejero para que los vecinos lo alimenten.
“He salido de casa y había una señora alimentando a cinco o seis gatos entre ellos el mío”, escribió la joven, identificada en la mencionada plataforma como @luciacroquetita. “El mamón se hace pasar por gato callejero hambriento para que le den sardinas”.
Rápidamente, la publicación de la joven se viralizó con más de 180 mil ‘me gusta’ y 8 mil retuits. Asimismo, se generó un debate sobre lo sucedido.
Reacciones en redes sociales y críticas a la usuaria
Algunos usuarios la acusaron de no alimentar bien a su gato y otros de irresponsable por dejar que este salga y entre en su casa cuando le apetezca. Fue a raíz de estos comentarios que Lucía ha continuado el hilo y explicó que dos de los seis gatos que tiene “salen a la calle”.
Sucede que Pipo, el minino protagonista de esta historia, lleva unos tres años viviendo con ella, “y llegó literalmente a través de la ventana. Desde siempre es un gato de calle, pero decidió que mi casa era suya. Come, duerme y pasa mucho tiempo en mi casa, por eso lo considero mío, porque él me considera suya”, aclara la joven.
Al minino le encanta estar en la calle, pero también en casa de Lucía, así que ella le da total libertad para que sea él quien decida donde estar en casa momento: “Todos los vecinos conocen a Pipo y saben a qué casa pertenece, aunque también pase tiempo en sus casas, siempre vuelve a la mía a dormir. Obviamente, siendo pipo un gato que viene de la calle, no le voy a privar de su estilo de vida y cambiarle la rutina drásticamente”, escribió.
La usuaria no quiere que el animal sufra de estrés, depresión o ansiedad, por lo que deja que este vaya a donde quiera.
Finalmente, Lucía pidió a sus seguidores que, si van a criticarla, primero deben conocer todos los detalles de lo sucedido. “Claro, es más divertido el acoso en masa que informarse del caso en particular para poder opinar”, concluyó.
