La historia de Walter Jacobo Gutiérrez está dando de qué hablar en diversas redes sociales, pues al arribar al aeropuerto Internacional Jorge Chávez de Perú proveniente de los Estados Unidos lo hizo acompañado de calzados de la prestigiosa marca Louis Vuitton, pero grande fue su sorpresa cuando le dijeron que todos eran imitaciones y, para mayor sorpresa, la casa francesa emprendería una demanda contra él.
Impensado regreso a Lima
Era el 10 de noviembre de 2020 cuando la mercadería le fue decomisada por las autoridades aduaneras, integradas por un par de zapatos de hombre, un par de sandalias y tres pares de zapatillas de mujer ¿el motivo? La empresa, luego de solicitar una revisión, aseguró que se trataba de falsificaciones, lo que el peruano negó contundentemente.
Uno de los argumentos en su propia defensa fue que posee el dinero para adquirir productos originales en el extranjero y que no tenía intención de hacer negocio con la misma, así como negó ser vendedor de este tipo de productos; sin embargo, el problema es que no presentó ningún comprobante que diera fe de sus palabras ante Indecopi.
No solo esto, pues Walter pidió que se revisaran diversas redes sociales como aplicaciones de mensajería para comprobar que no es comercializador de productos de lujo.
Mira aquí el video viral
Multa por 14 mil soles
En el informe preparado para este caso se extrae el pedazo donde traen a colación la capacidad adquisitiva de Walter, la misma que no pudo probar inicialmente: “debido a sus condiciones profesionales en el ámbito privado, tiene los recursos económicos suficientes para viajar regularmente al extranjero y adquirir diversos productos de prestigiosas marcas internacionales para su provecho, disfrute y uso personal y el de su familia”.
En lo que respecta a Louis Vuitton, estos inspeccionaron los calzados y no dudaron en afirmar que se trataba, efectivamente, de notarias imitaciones, entre otras cosas, porque las flores del logo eran “deformes”, así mismo este no se encontraba en la posición habitual y que, para mayor inri, las letras estaban desproporcionadamente inclinadas.
Con los resultados dados por la casa francesa, Indecopi alegó la vulneración de derechos de propiedad intelectual, por lo que no tuvieron mayores reparos en multar a Gutiérrez con 4,8 UIT (Unidad Impositiva Tributaria) que no son otra que el pago de 18 mil 400 soles, además de costos administrativos.
Limpiando su nombre
Pero Walter no estaba dispuesto a dejarse avasallar por un fallo que consideraba injusto, por lo que, en una segunda instancia, finalmente, pudo mostrar su reporte de compras, específicamente, en tiendas de la Quinta Avenida de Nueva York.
En esta segunda etapa, el peruano dijo que antes no pudo presentar prueba alguna de la compra debido a que las boletas estaban en poder de los franceses, pero los abogados de estos afirmaron que es responsabilidad del acusado presentar los debidos medios probatorios.
Deseoso de resarcir su nombre tras el escarnio público que lo sepultó como un “estafador”, no dudó en lanzar un duro dardo contra Louis Vuitton, asegurando que el incidente pasó, en buena medida, porque los estándares de calidad de la misma han bajado y, hoy por hoy, asegura, bien podrían confundirse con elaboradas falsificaciones.
El portal La Ley contactó con Walter Gutiérrez, quien tiene las ideas claras tras haber vencido a la prestigiosa marca de lujo: “no pueden excusarse en que tuvieron una confusión por fallas de ellos al momento de manufacturar y confeccionar los productos porque, aunque tengan ´fallitas’ en las flores u otros signos de la marca, perfectamente pudieron verificar si el producto, aunque sea fallado, era de ellos o no, en vez de imputarme como falsificador y comercializador de productos ‘bambas’ (falsificados). Y si fuera cierto que Louis Vuitton produce, aparentemente, productos fallados, es una pena que hayan bajado sus estándares de calidad al punto que desconocen la autenticidad de su material”.
Louis Vuitton contra Indecopi
Pero, esto no acaba aquí, pues Louis Vuitton no está nada contento con el fallo de Indecopi en segunda instancia, por lo que demandó a esta institución ante el Poder Judicial, principalmente, por no estar de acuerdo con el pago de costos al no haber indicios suficientes que los calzados tengan origen ilícito.
El sustento de la marca para pedir esto se fundamenta en que Gutiérrez compró calzado que no supera los 40 dólares, lo que es una señal que el peruano no es un consumidor de alta gama, como tampoco un asiduo a los productos de esta; mientras que la segunda, pese a reconocer que debieron corroborar las boletas ellos mismos, les resulta “extraño” que el sujeto presentase los documentos recién en la segunda instancia.