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Las altas temperaturas vienen afectando a varios países de Sudamérica, pero sobretodo a Argentina, país en donde desde hace varias semanas se produce una serie de olas de calor. Esto ha llevado a la ciudadanía a buscar refrescarse a como dé lugar, incluso si eso significa invadir la propiedad privada de las personas.

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Prueba de ello, la curiosa escena protagonizada por dos hombres que, al ver una piscina sin cerco, no dudaron en ingresar con tal de combatir el calor.

“Y eso pasa cuando tienes la piscina afuera del local al alcance de los que vienen caminando”, dijo el dueño de la vivienda, quien registró el accionar de los transeúntes.

En las imágenes, se ve que uno de ellos nadaba sin ningún tipo de preocupación, mientras que el otro lo miraba. Al darse cuenta de que habían sido descubiertos, uno de ellos dijo: “ya nos vamos amigo”.

La reacción del dueño de una piscina al ver que dos transeúntes se habían metido para refrescarse

@bombaalagua Estos muchachos no aguantaron la tentación de la pileta del local del puerto #culzoni #piscinas #piletas ♬ sonido original - Max Rodriguez

El video se viralizó rápidamente en TikTok y recibió muchos comentarios de gente agradeciendo el gesto de dejarlos refrescarse.

“Like por la buena onda de dejarlos disfrutar”; “Siempre que sea con respeto y sin romper es bueno dejar que se refresquen, demasiado calor. Sos un genio”; “Si están con una pala o una escoba, se permite el ingreso a la pileta para refrescarse, un premio para el laburante”, escribieron las personas.

¿Por qué hace tanto calor en Argentina?

Hay un factor clave que está alimentando las temperaturas agobiantes: las altas presiones en el océano Atlántico cerca de la costa patagónica, al sur de la provincia de Buenos Aires, señaló el medio CNN.

“Esa posición en ese lugar lo que esta haciendo es favorecer un predominio, a lo largo de todo el verano, de vientos del sector norte casi sin interrupciones”, explicó Cyndi Fernández, del Servicio Meteorológico Nacional de Argentina (SMN).

Al aire cálido que llega continuamente se suma que “casi no hay ingresos de aire frío”, agregó Fernández, dando como resultado un verano excepcionalmente caluroso. En Buenos Aires, por ejemplo, se registró la temperatura más alta para un mes de febrero en más de 60 años.


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