La vida de Mohammed Shohayet terminó abruptamente cuando solo tenía un año de edad. El pequeño murió ahogado al intentar huir de Myanmar (Birmania). Y es que allí él y su familia, de la minoría musulmana rohingya, eran perseguidos, torturados y asesinados.
El día en el que el cuerpo inerte de Mohammed fue fotografiado, también murieron su madre, tío y hermano de tres años. Todos se encontraban en un barco intentando cruzar el Río Naf para llegar a Bangladesh.
Zafor Alam, el padre del niño y sobreviviente de la tragedia, recibió una llamada en la que le informaron que habían encontrado el cadáver de su hijo. Le tomaron una fotografía y se la enviaron a su celular.
Completamente devastado, Zafor compartió la imagen de su hijo muerto para lanzar una crítica a la indiferencia del mundo con respecto a los abusos y el genocidio de los rohingyas en Birmania. Rápidamente la foto del pequeño se volvió viral en las redes sociales.
Asimismo, en una entrevista a CNN contó que en su aldea los helicópteros y soldados disparan indiscriminadamente contra la población. Es así que les era imposible quedarse en su casa.
Cabe indicar que el 9 de noviembre pasado, unos 50 mil miembros de la minoría rohingya tuvieron que abandonar su país para refugiarse en Bangladesh. Y es que aún siguen siendo tratados como ilegales ya que no cuentan con un territorio propio.
Su situación es bastante preocupante ya que son sometidos a ‘múltiples limitaciones, incluida la restricción de movimientos’, además de no tener acceso a salud ni a educación, según afirma la BBC.
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