La historia de Mark Cropp se volvió viral en el mundo luego de que denunciara que nadie le quería dar empleo por el enorme tatuaje en el rostro que se hizo cuando estaba en la cárcel. Y es que el joven de 19 años fue tatuado por su hermano sin esperar que luego iba tener dificultades para reinsertarse en la sociedad.
A principios de este mes Cropp fue puesto en libertad de una prisión en Nueva Zelanda. El hombre había sido encarcelado por amenazar con un cuchillo a un turista al cual le vendió marihuana adulterada. Es así que fue condenado a dos años y tres meses de cárcel.
Según su testimonio, hace unos meses estaba bebiendo alcohol con su hermano cuando decidió tatuar la mitad de su cara con la palabra DEVAST8. La tinta fue fabricada con cubiertos derretidos, pasta de dientes y agua.
Una vez que estuvo nuevamente en las calles y en la búsqueda de empleo, nadie quería darle una oportunidad por su enorme tatuaje. Es así que decidió compartir su situación en las redes sociales sin esperar el multitudinario apoyo que recibiría.
De inmediato recibió decenas de ofertas de trabajo y mensajes de apoyo. Al momento ha aceptado una de ellas y ya empezó a trabajar el pasado 24 de julio. Sin embargo, una ayuda en especial le tocó el corazón.
Y es que el estudio de tatuajes Sacred Laser le ofreció cubrir todo el tratamiento de 12 sesiones valorizado en 2.200 dólares para borrar el polémico diseño. A pesar de que se trata de un procedimiento muy difícil ya que la tinta que utilizaron fue improvisada y de baja calidad, le han prometido dejarle el rostro renovado.
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