¿Te imaginas tener la suerte de retratar con tu cámara una escena nunca antes vista? Eso fue precisamente lo que le ocurrió a Tobias Baumgaertner, un fotógrafo de Australia que captó en el 2019 a dos pingüinos que acababan de enviudar confortándose el uno al otro. La imagen fue compartida en Instagram y se convirtió en una sensación viral casi de inmediato.
“En tiempos como este, los verdaderamente afortunados son quienes pueden estar con la persona/gente que ama. Capturé este momento hace un año. Estos dos pingüinos hada se quedaron quietos sobre una roca contemplando el horizonte de Melbourne por horas, tomados de sus aletas, observando las luces titilantes y el océano”, escribió.
“Un voluntario se me acercó y me dijo que el de blanco era una hembra adulta que había perdido a su compañero y al parecer el espécimen más joven de la izquierda. Desde ese momento, los dos se encontraban para confortarse el uno al otro y se quedaban parados por horas mirando el resplandor de la ciudad cercana”, agregó en Instagram.
“La forma en que estos dos tórtolos se cuidan el uno al otro los hacía resaltar del resto de la colonia. Mientras los otros pingüinos dormían o corrían por todas partes, estos dos simplemente se quedaban parados allí y disfrutaban cada segundo juntos, sosteniéndose de sus aletas y hablando de cosas que ellos solo entienden”, precisó.
Baumgaertner contó que pasó tres noches enteras con la colonia de pingüinos hasta que obtuvo la fotografía pese a que no pudo ni se le permitió usar luces de cualquier tipo y los diminutos pingüinos no dejaban de moverse. “Fue muy difícil obtener una toma pero tuve suerte durante este hermoso momento. Espero que lo disfruten tanto como yo”, dijo.
“El dolor los unió. Creo que a veces uno encuentra el amor cuando menos lo espera. Es un privilegio amar de verdad a alguien, y paradisíaco cuando es recíproco. El amor es el único juego en el que ganamos incluso cuando perdemos”, finalizó el fotógrafo, cuya reflexión conmovió a más de uno de sus seguidores en Instagram.