Amy Shircel es una joven activa y sana de 22 años que empezó a sentir los síntomas de un resfriado fuerte el pasado 15 de marzo. Inicialmente, solo presentaba tos y se sentía más débil de lo habitual. Al día siguiente, tuvo fiebre y presentó un agotamiento anormal al punto de no poder caminar a la cocina sin perder el aliento.
La chica, que vive en Kenosha, una ciudad de Wisconsin (Estados Unidos), optó por hacerse la prueba del coronavirus como medida de precaución, creyendo que era poco probable que haya contraído la enfermedad tras llegar de Europa hace algunos días.
El 19 de marzo sus resultados dieron positivos para coronavirus, pero mientras esperó el informe, su condición empeoró de forma alarmante: la fiebre se disparó, vomitaba y perdió casi por completo el apetito, por lo que tuvo que llamar al 911. Fue llevada a la sala de emergencias de un hospital local.
“Creo que lo peor fue que estaba tan débil que no podía caminar. No tenía energía. No había comida en nueve días. Estaba muy deshidratada”, le dijo Shircel al medio abc.
“Pensé que si me quedaba dormida, no despertaría”, agregó.
Ella decidió contar su historia a través de su cuenta de Twitter tras ver que algunos de sus seguidores y amistades no seguían las medidas necesarias para detener la propagación de la enfermedad como el distanciamiento social y el quedarse en casa tanto como sea posible.
“Un diagnóstico de coronavirus es deshumanizante y solitario, y no se lo desearía ni a mi peor enemigo. No eres invencible solo porque tienes 20 años. Aprende y toma la cuarentena como si tu vida dependiera de ello”, escribió.
Shircel hizo hincapié en la importancia de la cuarentena y en "no ser egoísta ni codicioso, solo paciente".
Ella espera que su relato sirva para que otros jóvenes tomen en serio la enfermedad. “Definitivamente pensé que a los 22 años era invencible”, asegura.
Afortunadamente, la joven se siente mucho mejor ahora. Luego de que hayan pasado varios días desde su último síntoma, puede considerarse curada del coronavirus.
“Definitivamente puedo decir que he estado enferma por mucho tiempo. Estoy un poco más débil de lo normal pero tengo mi energía y apetito”, aseguró.