Actualmente, siguen existiendo muchos prejuicios sobre las mujeres en el mundo de la tecnología. Sin embargo, a pesar de los comentarios que pueden llegar, Cali Loli se ha hecho un espacio con Tekibocas en estos cuatro años que tiene creando contenido. Su histriónica personalidad y acercamiento amigable a sus llamados ‘amiwinis’, la ha posicionado como una de las influencers más queridas del medio.
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En esta entrevista, conversamos con Cali sobre sus gustos por la tecnología, cómo decidió darle un giro total a su vida para crear Tekibocas y su amor por los temas paranormales.
ENTREVISTA A CALI LOLI DE TEKIBOCAS
¿Cómo fue tu introducción al mundo de la tecnología?
Bueno, a mí la tecnología me ha gustado desde pequeña, pero no es que me he caracterizado por ser la más hábil con ella. Al contrario, soy de las que, si tienen que configurar un router o instalar una cámara no voy a descansar hasta que lo logre, pero en la marcha me va a costar. A parte, me gusta mucho la fotografía y por ahí comencé también con las cámaras. Desde que eran análogas y de ahí digitales. Y bueno, una de las cosas que más me emocionaba era que, como me costaba hacer algo, había mucho entusiasmo de mi parte y muchas ganas de compartir lo que había aprendido con mis familiares o con mis amigos. Así también es que nace el canal de Tekibocas.
¿Cuáles eran tus aparatos tecnológicos favoritos de pequeña?
El Super Nintendo se lo regalaron a mi hermano y jugaba un montón con él. De ahí, cuando recién tuvimos computadoras, nos dejaban estar unas horas ahí, conectarnos a Internet. Las cámaras también. Tengo mucha pasión por la fotografía y he tenido muchas cámaras. De chibolita, he tenido los Tamagotchis, que eran muy divertidos. También los Tetris que vendían en Polvos Rosados.
¿Tu gusto por las cámaras fue lo que te llevó a estudiar comunicaciones?
Yo creo de verdad que cuando estamos en el colegio, salimos bien chibolos y, a esa edad, al menos yo, no tenía idea de nada. Para mí es pronto el tiempo que uno tiene para decidir a qué se quiere dedicar para toda tu vida. Yo estaba un poco confundida. Me gustaba grabar, tomar fotos y ya estaba metida en el mundo del teatro. Entonces, sentía que comunicaciones audiovisuales tenía que ser. Pero entré sin saber a qué me iba a especializar. En la marcha fue cambiando, agarré muchos electivos e hice un ‘pan con mango’, como me he caracterizado toda la vida. Terminé la carrera, hice algunos electivos en España y así fue. La verdad que, sin querer, creo que elegí bien porque me dieron muchas herramientas.
¿Todo lo que has estudiado te está ayudando a crear todo el contenido que haces?
Me ha dado una base muy sólida el haber probado de todo un poco. Siempre he sentido que no encajado en ningún lugar, porque siempre he tendido a ser un poco de todo. Es como si yo tuviera muchas facetas y definitivamente el haber llevado varios electivos en la carrera, me abrió por completo el panorama, me dio muchas herramientas también cuando salí. Por cosas de la vida comencé en Comunicación Corporativa, después hice un poco de Relaciones Públicas, hice un rato de periodismo desde el lado de agencia y pasé por crisis. Estuve siete años en Publicidad y Marketing y ahí fue donde terminé de especializarme. Contenido digital fue una de las últimas áreas en las que he trabajado y que de todas maneras me ha servido para estar donde estoy.
¿En qué momento decidiste darle una vuelta de 180 grados a tu vida y empezaste a crear contenido?
Fue ‘yucaza’, porque yo he tenido la suerte de siempre trabajar en lugares donde me gustaba y he estado cómoda con el trabajo y con el equipo que me acompañaba. El último trabajo que tuve fue de casi siete años en una empresa de mejoramiento del hogar, donde empecé sin saber nada de publicidad como temporal por tres meses, hice línea de carrera ahí. Pero llegó un momento en el que el siguiente paso era una gerencia. Siempre tuve la duda que si eso era realmente lo que quería para mí. Quería abrir mi canal de YouTube, como una meta de hace muchos años y que por cuestiones de tiempo no lo había hecho. Después de mucho meditarlo, renuncié a la nada y probé de todo un año. Inmediatamente, abrí mi canal que lo venía cocinando desde hace meses antes de renunciar. Tekibocas era el espacio en el que estaba más cómoda, que no dejaba de hacer por nada y de pronto se volvió mi trabajo.
Ahora ya tienes como cuatro o cinco años con el canal
Cuatro años. Pero recién sentí que se volvió mi trabajo oficial en pandemia. Todos los que estábamos creando contenido y lo que era contenido digital y entretenimiento estalló. Para mí fue una oportunidad en ese momento. Me sirvió incluso como escape, porque todos estuvimos pasándola mal. Fueron épocas complicadas y me concentré mucho en aportar desde donde podía, creando contenido y haciendo tutoriales.
¿Qué es lo que te gusta de crear contenido?
Una de las cosas que más disfruto es el proceso de creación, que para mí es de todos los días. Además, termina en la respuesta casi inmediata de las personas a la que yo me dirijo, de mi comunidad. Es un proceso creativo loco que empieza desde algo muy íntimo, que puede ser yo escribiendo, después viene producir, grabar, post producir y de ahí, cuando sale, poder tener conversación de lo que has creado. Yo pensé en crear un canal, pero no tenía idea lo que significaba tener una comunidad y lo mágico que puede ser. Puede sonar hasta medio cursi. Cuando comencé, me imaginaba a mi comunidad al grabar mis videos. Hoy ya no me los imagino, pienso realmente en mis ‘amiwinis’, que es como yo les digo.
¿Cómo así nació el nombre de Tekibocas? Es como un juego de palabras
Sí, es un juego de palabras. Si lo ves literal, es una boca que habla de tecnología, pero al mismo tiempo es un juego de palabras de prueba y error para mí, porque yo soy esa persona que se equivoca, que mete la pata, pero no tiro la toalla. Es como voy a intentar, voy a seguir y voy a conseguirlo. Nos podemos equivocar de pronto, no puede ser tan fácil a la primera, pero nos va a salir a la segunda o a la tercera. Esa es justamente la idea de Tekibocas, acercar la tecnología a la gente.
¿Tienes algún o algunos referentes en la creación de contenido?
Mis compañeros de Perú. Jesús Veliz, Arturo Goga, Phillip Chu Joy. Todos los chicos que crean contenido desde hace tanto tiempo, que son periodistas de tantos años. Yo los veo y los he leído desde antes de estar en esto. Son referentes importantes y hoy me siento agradecida y afortunada de poder compartir directamente con ellos y aprender. De fuera también veo muchos creadores de contenido, consumo mucho YouTube. Por eso era mi sueño hacer mi canal. En tecnología, me gusta mucho Víctor Abarca, Tecnofanático, iJustine. Otros que me encanta, fuera de este mundo, es Juanpa Zurita. Me mato de risa con sus documentales.
Ahora tú también tienes un estilo formado, ¿ya lo tenías pensado?
Eso nace desde que empecé a planear el canal. He utilizado muchas herramientas de mi trabajo, de mi experiencia y de la vida entera. Empecé en borrador, pensando cómo quiero que sea el canal, cuál es el objetivo, a quién me quiero dirigir, si mi canal fuera una persona, cómo sería, qué colores representan este canal. Todo el proceso como cuando creas una marca. Cada detalle está pensado, no es casualidad. En el camino ha ido evolucionando, he cambiado la imagen, ya le hice un rebrand y estoy pensando todo el tiempo en cositas y detallitos que sumen a la personalidad de esta marca.
¿Cómo eliges con qué marca trabajar o qué equipo hacer review?
Antes era más sencillo porque cuando recién comencé no había marcas, nadie sabía que existía. Yo hablaba de las cosas que tenía o de temas generales como aplicaciones. Después, cuando crezco un poquito, se me empiezan a acercar las marcas a prestarme los equipos. Huawei fue una de las primeras que se acercó con el Mate 20 Pro, nunca me voy a olvidar. Entonces, simplemente aceptaba todo. Ahora es mucho más intenso. Agradezco muchísimo porque las marcas más que existo entonces me escriben más o dentro de la misma, me dan varios equipos. Ya tengo que escoger porque yo trabajo prácticamente sola. A veces estoy probando al mismo tiempo dos relojes, tres celulares y es una locura. Escojo en función de la comunidad y mi curiosidad.
¿Cómo si nació tu amor por la serie ‘Los expedientes secretos X’?
Mi papá. Él, mi hermano y yo amamos el cine desde chibolitos. Por decirlo de alguna forma, nuestra misa de los domingos era y sigue siendo ir al cine o alquilar películas. Entonces, ‘X Files’ la empezaron a dar en el canal 2 en las noches los domingos. No era para niños, pero mi papá me dejaba verla. Con Blockbuster, teníamos la posibilidad de alquilar los capítulos y verlos de golpe como hoy vemos en Netflix. Yo siempre he amado lo extraño. Soy un poco rara en ese sentido. De una película, me gusta el villano. Me gustan las cosas paranormales, que no tienen necesariamente explicación. Y ‘X Files’ es eso. Y el personaje de Mulder me representa, porque es un incomprendido, una persona extraña, que piensa mucho más allá de lo evidente, no es muy social. Es un personaje mí muy rico y que se complementaba bravazo con Scully.
¿Te ha pasado alguna experiencia paranormal en algún momento?
No, pero creo 100% en que no podemos ser los únicos en este mundo. Sí quiero creer, como diría Mulder, que hay vida más allá de nosotros de todas maneras. No cierro las puertas a nada de esas cosas, porque somos muy pequeños como para decir qué cosa existe y qué cosa no. Sn cuanto a la vida más allá de la muerte, cómo saberlo. Sí creo en la energía, eso se siente con nosotros vivos y estoy segura, que cuando ya no estamos aquí esa energía tiene que ir a algún lugar, debe viajar por algún lugar.
¿Tienes alguna habilidad secreta que nadie o que pocos conozcan?
Yo no me siento una persona muy hábil. De hecho, soy una persona que, no debería decirme así, es un poco torpe. Si ves mis videos, se me cae todo. Paro en mil cosas al mismo tiempo. Entonces mi cabeza anda a mil.
¿Qué es lo que más te gusta ver o escuchar durante tu tiempo libre?
En mi tiempo libre más allá del canal, juego Fall Guys en stream. No soy gamer, pero los videojuegos han llegado a mi vida por el trabajo en el que estoy. De verdad agradezco muchísimo porque he descubierto un mundo nuevo que yo ya había dejado atrás y lo disfruto mucho. Y los streams donde juego para mí es como tiempo libre, porque no me considero streamer. Es como mi break. Estoy jugando en Nintendo o en mi computadora que me regalé tanto para el trabajo como para poder jugar. Bueno, cosas que no tienen que ver con tecnología, amo a mis perros. Son mi familia. Actualmente, vivo sola y ellos son mi compañía. Disfruto mucho caminar con ellos. Cada cierto tiempo me paro de mi silla para jugar con ellos, abrazarlos y apachurrarlos.
De pequeña hiciste teatro infantil, ¿cómo fue esa experiencia?
De hecho, hacer teatro infantil fue de mis primeros trabajos. A los nueve años, empecé con el teatro en la PUCP y, de ahí, me convocan para hacer teatro en un colegio de hombres. Ahí conocí a dos directores que les gustó como chambeaba. Tenía 11 o 12 años. Uno de ellos trabajaba en Pataclaun y me llevó a hacer improvisación. El otro trabajaba en el Teatro Julieta y hacía teatro infantil. En ese momento estaba con un proyecto que fue ‘La bella y La bestia’, la primera obra infantil que hice en temporada pagada. Luego, formé parte del elenco de los fines de semana y me ganaba la vida así. Cuando ingresé a la universidad, se comenzó a hacer más difícil y tuve que renunciar. En paralelo estuve en Pataclaun y en campeonatos de ‘impro’.
¿Cómo ves el mundo actual de la tecnología? ¿Crees que todavía hay muchos prejuicios?
Me da mucha pena decirlo, pero sí, hay muchísimo prejuicio todavía. Hay gente que todavía te dice que por qué te gusta la tecnología, deberías estar hablando de ropa porque te vistes bien. O cómo haces para verte tan chibola, cuál es tu proceso de Skin Care, que ni siquiera tengo para empezar. Pero también hay mucho prejuicio en el entorno con gente que se le hace muy extraño que a una mujer le guste la tecnología al mismo nivel que a él que es hombre. Así también, que te sexualicen. Hay mucha gente que llega o que interactúa contigo simplemente por el hecho de ser mujer. Pero es bravazo que hoy existen cada vez más mujeres en el sector y más espacios que fomenten y normalicen el hecho de que una mujer se interese por la tecnología.
¿Qué crees que le falta al país para que la industria tecnológica siga creciendo?
Yo siento que nos faltan tantas cosas como país y, de hecho, hay tantas prioridades que no sé en qué lista estará la tecnología. Claro, faltan tantas otras cosas de primera necesidad, pero hay lugares en los que el internet es un sueño o ni siquiera está en su radar. Pensando más por la gente, deberíamos preocuparnos desde la educación, en intentar dar las mayores herramientas que podamos a todas las personas. Me encantaría que el país se preocupe para que realmente tengamos un Internet de calidad para todos, en todos los espacios, en todos los lugares, porque es que claro se va a volver una prioridad.
¿Qué le depara el futuro a Tekibocas?
Me encantaría crear muchos más espacios dentro del canal. Sueño con crear otro tipo de contenido. Ahora me gustan los videojuegos, no solo como algo de entretenimiento, sino como un espacio que cuentan historias. No solamente en las que estás como espectador, sino que eres un personaje activo dentro de ella y puedes cambiar por completo como termina. Me encantaría meterme más en ese mundo y, por qué no, contar alguna historia mediante ellos, buscando también educar, informar y entretener, porque es parte del ADN de Tekibocas. Me gustaría explorar otros formatos y que pueda llegar a más personas, como los niños porque son los que más consumen tecnología hoy.
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