Francia abrió el día de hoy una investigación contra Apple. La razón, la empresa de la manzana estaría volviendo obsoletos sus equipos antiguos para poder aumentar sus ventas en el mercado mundial.
La fiscalía de París abrió el 5 de enero una investigación preliminar contra Apple por "obsolescencia programada" y "engaño".
La investigación, confiada a los servicios de la Dirección General de Competencia, Consumo y Represión de Fraudes (DGCCRF), llega tras la denuncia presentada por la asociación francesa Halte à l'obsolescence programmée (HOP, 'Alto a la obsolescencia programada').
Según la denuncia, HOP considera que Apple, a través del sistema de actualización de sus iPhone, reduce adrede su rendimiento y su duración, con el fin de acelerar su reemplazo.
"Apple estableció una estrategia global de obsolescencia programada con el objetivo de aumentar sus ventas", afirma la asociación.
El lunes, HOP celebró "la valiente decisión del fiscal de la República". "Se trata del primer procedimiento penal en el mundo contra la empresa, sobre el fundamento de la obsolescencia programada", indica Emile Meunier, abogado de la asociación.
El grupo estadounidense, que cada año saca a la venta un nuevo modelo de iPhone, reveló el 21 de diciembre que ralentizaba voluntariamente el rendimiento de los teléfonos para "prolongar su duración".
La decisión se tomó, según la compañía, debido al uso de baterías de ion de litio, a las que cada vez les cuesta más responder a las numerosas demandas del usuario del dispositivo a medida que va siendo utilizado.
Apple confirmó así, por primera vez, los rumores sobre la probable ralentización voluntaria de los iPhone, que aparecen desde hace años en la prensa especializada.
La asociación HOP afirma disponer de "más de 2.600 testimonios de clientes de Apple en Francia" que podrían colaborar en las investigaciones.
"Hacemos un llamado a todos los clientes de Apple que se sientan perjudicados por la ralentización de su teléfono después de su actualización para que vayan a la página web de la asociación a fin de sumarse a una posible denuncia penal colectiva", precisa el abogado Emile Meunier.
Y pide a Apple "cooperar con total transparencia con las autoridades judiciales e indemnizar el daño a sus clientes".